El campo a la antigua

O. Herrero
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'La Trilla' de Castrillo de Villavega celebra con cientos de personas la XIV edición de su fiesta anual en la que recuerda cómo se trabajaban las tierras • Pedro Medina, director general de la PAC en la región, se llevó el premio del colectivo

Cientos de personas observaron las diferentes labores que se llevaron a cabo en el campo por la maquinaria tirada por una decena de animales. - Foto: Óscar Navarro

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Pedro Medina (2d) y Ángeles Armisén conversan con miembros de la organización.
Pedro Medina (2d) y Ángeles Armisén conversan con miembros de la organización. - Foto: Óscar Navarro
Despues de engavillar, el cereal se cargó en un carro para llevarlo a trillar.
Despues de engavillar, el cereal se cargó en un carro para llevarlo a trillar. - Foto: Oscar Navarro

 
Calculan en Castrillo de Villavega que el cultivo de la tierra con animales se dejó de hacer por aquellos lares hace unos 40 años. Sin embargo, las mulas no han permanecido únicamente en la memoria de los agricultores de antaño ahora retirados. Las mulas siguen delante de los tiros, en yuntas o solas, al menos una vez al año. Y esa ocasión fue ayer. Gracias a la labor de promoción y recuperación que hace 14 años inició la Asociación La Trilla, durante una jornada se rememora y se reproducen las labores como a diario por estas fechas se hacían en los campos de Palencia hace décadas. Desde la siega a la trilla del grano, pasando por la recogida, el engavillado, el transporte de la mies... «Permite a muchas personas recordar aquellas difíciles tareas que llevaron a cabo en su día y a los niños, como los míos, conocerlo porque no sabían qué era esto», explicaba Pedro Medina, director general de Política Agraria Comunitaria de la Junta, a quien la organización le concedió la Trilla de Oro.
Alrededor de un campo de trigo en Villavega, centenares de personas se arremolinaron para comprobar cómo funcionaba la maquinaria tirada por equinos. «La maquinaria es propiedad de la Asociación», explicaba José Pérez Porras, miembro de la Junta Directiva del colectivo de Castrillo. Y es que este grupo, del que forman parte 300 personas (Castrillo tiene 200 empadronados), además de celebrar desde hace 14 años la Fiesta de La Trilla, se encarga de mantener la maquinara y los aperos que se usaban antaño y sacan a deslumbrar en esta fiesta. «Desde que salimos por la mañana hacemos lo mismo que se hacía antaño. Ir con la maquinaria hasta el campo, pasando por la iglesia donde hemos rezado la salve». Indicó Pérez. Hasta los gestos, cómo hacer la señal de la cruz a modo de bendición tras arrojar a boleo el último puño de simiente, se reproducen fielmente.
Y como las dudas surgen con los no iniciados en el laboreo del campo, la Organización dispuso ayer megafonía para explicar al detalle lo que cada yunta de mulas realizaba o qué tipo de aperos estaban en uso en ese momento. «¿Eso es una grada?», preguntaba una de las espectadoras mientras un miembro de la organización «surfeaba», como afirmaba un niño, en un entramado de madera tirado por una pareja de mulas después de sembrar. «Sí es una grada»; le explicaba otra antes de que la megafonía lo anunciase. Porque además de las labores posteriores a la cosecha, también se quiso dejar constancia de los trabajos preparatorios del campo, como el levante, la siembra o la fumigación en un campo en el que hubo que hacer un poco de trampa al regar el terreno anexo, «porque este no es un trabajo de esta época del año y la tierra está muy dura».
Al mediodía, el carro con la mies recogida se dirigió de nuevo a Castrillo de Villavega, donde tras pasar el Puente Canto y casi bajo los ojos de éste sobre el Valdavia se llevó a cabo una comida multitudinaria (cocido) en la que tomaron parte unas 850 personas. Tras ella, por la tarde se trilló el cereal, se beldó y se recogió el grano.
Como novedad este año, resaltó el presidente de la Asociación La Trilla, Jaime Laso, concurso de fotografía para aficionados, dirigida a los cientos de personas que acuden hasta esta localidad con sus cámaras y hasta drones. Completó la jornada una exposición de pintura de Fernando Escobar. Hoy tendrá lugar una misa rociera  por la mañana.
Además de la Trilla de Oro que recibió el Pedro Medina, la organización entregó la de Plata a Manolo Herrero y, a título póstumo, a Antonio Mañero. Para el director general, los que deberían tener un reconocimiento son los organizadores que «con pocos medios resaltan la unidad del pueblo como la había antaño»; y agradeció entrar en un club de galardonados entre los que están entre otros, Miguel Delibes (póstumo) o la actual ministra de Agricultura Isabel García Tejerina.
 
Una ‘plaga’ que no es como  
la de 2007 
El director general de Política Agraria Comunitaria, Pedro Medina, aseguró ayer que por ahora no se puede considerar que la presencia de topillos en el campo sea tan elevada como la de 2007, al menos en el conjunto de la región, aunque reconoció que puede haber zonas donde esta presencia sea mayor a la media, en relación a comarcas como la de Villarramiel y Osorno en el caso de Palencia. «Por aquí, en Castrillo, me ha dicho el alcalde que no es elevada», afirmó el responsable de la Junta. En cualquier caso, manifestó que el Gobierno Regional mantendrá su labor de vigilancia y se tomarán medidas en caso necesario como el uso de rodenticidas o limpieza de cunetas, tal y como ya se afirmó tras la última Comisión de Roedores de la Junta. En aquella reunión también se barajó la posibilidad de quemas controladas en puntos concretos. Por ahora, ya está permitido el arado en profundidad.