El PP retoma poder territorial con cifras de la época Herrera

David Alonso
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Los cerca de 600.000 votos logrados por el PP en Castilla y León no se veían desde hace casi una década y refuerzan el liderazgo de Alfonso Fernández Mañueco en el nuevo contexto político

Papeletas en un colegio electoral de Valladolid este domingo. - Foto: Leticia Pérez (Ical)

«Hemos cumplido, y nos tenemos que sentir especialmente orgullosos de ello». Alfonso Fernández Mañueco celebraba la noche del domingo los resultados obtenidos por el Partido Popular en Castilla y León en los comicios Generales. Y no es para menos. Los casi 600.000 votos logrados por los populares suponen la mejor cifra del partido en la Comunidad desde que en el 2015 Juan Vicente Herrera logró su última victoria en las elecciones autonómicas de aquel año, y sirven para devolver al PP a los 18 diputados obtenidos en la repetición electoral del 2016. De esta forma, los de Alfonso Fernández Mañueco vuelven a amarrar el poder territorial mejorando los números obtenidos hace dos meses, cuando en las elecciones municipales lograron 530.000 apoyos.

La victoria popular por debajo de las expectativas sirve al dirigente autonómico para reforzar su figura dentro del partido, despejar cualquier duda sobre su liderazgo y vuelve a situar a Castilla y León como uno de los grandes graneros de votos del PP. Los resultados, los mejores logrados por Fernández Mañueco desde que asumió en 2017 la dirección de los populares regionales, valen para que coja aire después de un lustro marcado por el abrupto gobierno de coalición con Ciudadanos, y los fuegos originados por Vox el último año y medio.

El presidente de la Junta y el PP regional defendió ayer que las urnas de este domingo «avalan» sus políticas al frente del Ejecutivo autonómico. Y es que desde que pactó con Cs en 2019 tras obtener los peores resultados de la historia del PP en la Comunidad, Fernández Mañueco no ha hecho más que mejorar las cifras del partido en la región hasta alcanzar el 23-J números que no se veían desde las grandes mayorías de Juan Vicente Herrera.

De hecho, cuatro de cada diez papeletas depositadas este domingo en las urnas de Castilla y León tenían el logotipo del PP, tras más de un lustro pugnando con el PSOE por la hegemonía política dentro del tablero político de la Comunidad, abriendo una brecha de casi 150.000 votos respecto a los socialistas. Los resultados del 23-J también sirven a los populares para terminar de teñir de azul toda Castilla y León, después de que en las municipales de mayo se le escaparan las provincias de León y Soria.