El cineasta y artista multidisciplinar Ramón Margareto recogió ayer el Águila de Oro Especial de la trigésimo cuarta edición del Aguilar Film Festival, entrega enmarcada en la gala inagural que fue conducida por Gema Vicente y Jaime Astuy y en la que también se presentó un avance de Rubio cobrizo, el último trabajo del director saldañés Pablo Quijano protagonizado por María Barranco y Elisa Matilla. 

Ramón Margareto mostró su agradecimiento a la organización de su «querido» festival de cine de Aguilar de Campoo, «especialmente a Jorge Sanz y María José Ortega». «Para mí es, sin ninguna duda,  el certamen que más ha impulsado mi carrera cinematográfica», afirmó, para añadir a reglón seguido que, además le da «suerte». En esta cita aguilarense, el galardonado ha vivido «momentos inolvidables», y es que la edición de 2010 se inauguró con sus Memorias de un cine de provincias, que «un mes después ganaría el premio Goya al mejor cortometraje documental. Y, enseguida llegó la Galleta de Oro de Aguilar».

En este certamen, recordó Margareto, se ha proyectado la mayoría de sus películas. «Me siento muy agradecido por haber seleccionado mi nuevo trabajo, Confesiones de un artista -se visionará mañana-», señaló, e hizo referencia a que cuando se exhibió Mi amor digital -mediometraje protagonizado por Cayetana Guillén Cuervo, Miguel Bosé  y Nathalie Seseña-, en la gala de clausura, «sin decirme nada, la organización se encargó de traer desde Madrid a Cayetana para que, cogida de mi brazo, entráramos en la discoteca del hotel Valentín».

En Aguilar, ha entregado y recibido premios el cineasta y artista multidisplinar meredor del Águila de Oro Especial, además de ser jurado en varias ediciones y tener el «honor» de dirigir  la cita en su vigésimo quinto aniversario. «Por todo ello y  por mucho más, gracias al  festival por haber hecho feliz tantas  veces».

Ramón Margareto, que nació en la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco pero se trasladó a vivir a Palencia con 14 años, siempre ha mantenido una estrecha vinculación con el Aguilar Film Festival, en cuyo marco podrá verse Confesiones de un artista este domingo en un pase especial que acogerá el cine Amor a partir de las 20,30 horas. Tras la cámara y el guión del  largometraje documental Confesiones de un artista están Alejandro Iodice, Ángela Aguilar y el propio protagonista, que en este 2022 ha cumplido 60 años. «Son  mis  memorias, y es que creímos que era  una buena oportunidad para hacer balance de mi vida», explica. «Sale  mi arte pictórico, mi arte cinematográfico y mi arte interior», comenta, y agrega que «la cuestión es que se descubra  que hay detrás de la obra artística y ver por qué es de ese estilo. Hablo de mi vida y la gente conocerá al personaje que hay detrás de la obra»

En la gala inaugural del AFF se presentóun avance de Rubio cobrizo, el último trabajo del director saldañés Pablo Quijano protagonizado por María Barranco y Elisa Matilla, en cuya producción ha colaborado el Ayuntamiento de Aguilar de Campoo. La localidad fue, además, junto a Carrión de los Condes, Salinas de Pisuerga y Madrid, uno de los escenarios elegidos por el cineasta para rodar la película. 

Cortos de la comunidad. Tras la inauguración del prestigioso certamen aguilarense, que encara este año su edición más ambiciosa, el público pudo ver el primer bloque de cortometrajes que compiten en el apartado dedicado a los trabajos vinculados a Castilla y León. Dos corazones, de Cristina Herrero; Desguace, de David Orea; Zombi Meteor, de Alfonso Fulgencio y José Luis Farias, y Ce la Farà, de Loreto Saiz y Corentin Barrial, fueron los cuatro cortometrajes que integraron la sesión de una secciómn que tendrá otros tres pases y que, en total,  proyectará 14 cintas.