Prosol no es la única empresa puntera de Palencia; tampoco la única que hace de la inversión, la innovación, la modernización y la internacionalización sus ejes centrales, y, por supuesto, no es la única que cuenta con un equipo de directivos, técnicos y operarios en el que prima la coordinación, la profesionalidad y el objetivo de la excelencia. No es la única, pero sí una de las más importantes y no solo en la provincia y en España, sino a nivel mundial, donde goza de un inmejorable posicionamiento, que se traduce en la salida diaria del equivalente a 13 millones de tazas de café con destino a una treintena de países de los cinco continentes. Y ahora, la cafetera asentada en Venta de Baños cumple nada menos que sus bodas de plata.
No es la única palentina con esa edad, pero sí una de las de mayor relevancia en el selecto club de la veteranía. Y es por esa permanencia y por los éxitos que jalonan su ya larga trayectoria por lo que merece una felicitación, justificada además con los datos en la mano: frente a la media de vida de las empresas españolas, que los expertos sitúan en los siete años y medio y que elevan a los catorce si supera la primera década, Prosol acumula veinticinco; sus ventas han crecido más de un veinte por ciento este 2023; suma cien millones de euros en inversión a lo largo de este tiempo, de los que trece han sido para la caldera de biomasa con la vista puesta en el autoconsumo y la transformación en energía de los posos que genera. Sin olvidar que fue la primera mercantil del sector agroalimentario en lograr el certificado en residuos cero.
Y esa atención permanente al cuidado del entorno y la protección del medio ambiente, junto a su expansión por todo el mundo y al hecho de mantenerse en el medio rural, contribuyendo de esa manera al desarrollo económico y al mantenimiento de la población en la zona, también son valores positivos a tener muy en cuenta.
Es más que probable que, sin el tesón, la férrea voluntad y la mentalidad positiva de los tres socios que se embarcaron en esta aventura y sin el apoyo sostenido en el tiempo de sus colaboradores, los logros actuales no fueran los mismos, y es otro de los elementos que hay que valorar, junto con la valentía y la aceptación de los nuevos retos que han ido surgiendo a lo largo de estos cinco lustros en el mundo del café soluble y las cápsulas. Eso y la apuesta por mantener unos precios muy competitivos, además de la variable social, que se concreta en el apoyo a la Escuela Provincial de Órgano y al talento a través de la iniciativa formativa Aula del Café, el fomento del arraigo a la tierra o las donaciones a distintas organizaciones no gubernamentales y a eventos de distintos tipo.
No es la única empresa puntera, pero sí una de las que mejor pasea el nombre de Palencia.