Las grandes cifras del presupuesto de 2023, el último del actual mandato, aprobado ayer en el pleno de la Diputación son un montante total de 88,4 millones de euros, que podrían traducirse en unos 1.100 euros por habitante del medio rural, 87 más que este año, y que lo elevan un 9,66% con respecto al actual. También ese 20% destinado a la mejora del desarrollo socioeconómico de nuestros pueblos para mitigar en la medida de lo posible ese vaciamiento progresivo, fijando población e incluso atrayendo a foráneos a la misma. La acción territorial se lleva 28,5 millones de euros, un 9% más que en 2022; también sube la partida de servicios sociales, concretamente un 23%, llegando a los 27,4 millones; casi 10 millones son para desarrollo rural, incluido el apoyo a la gestión de los ayuntamientos; y se incluyen 7 para la nueva Escuela de Enfermería y la UNED. A cultura le corresponden 4,7 millones, a turismo 3,4, a deportes casi 2,2 y a juventud e infancia 1,1 millones. Y al servicio provincial de bomberos se destinan 2,5 millones, un 8% más que este año.
A priori, y teniendo en cuenta que 2023 va a ser un año electoral en el que no conviene hipotecar a las siguientes corporaciones con ajustes demasiado rígidos en ciertas partidas; que además habrá que seguir afrontando la inflación, la subida de los costes de materiales y servicios y el empeoramiento de la situación económica de muchas familias, parece positivo que el presupuesto sea expansivo al incrementarse en 7,8 millones de euros y aumentar asimismo las inversiones hasta los 28 millones. Claro que las visiones del conjunto de la corporación no son coincidentes. Así, mientras el equipo de gobierno del PP lo defiende porque potencia los recursos propios, fomenta la igualdad de oportunidades y conecta más y mejor el territorio, pensando precisamente en el reto demográfico, que es el sustrato de la Agenda Rural de Palencia, la oposición entiende que es insuficiente para responder de manera efectiva a las necesidades reales de conectividad, prestación de servicios de calidad y despoblación. El PSOE y Ganemos votaron en contra del documento presupuestario, mientras Ciudadanos se abstuvo, aunque lamentó la indiferencia del grupo mayoritario a sus propuestas.
También achacaron al equipo de gobierno la falta de proyectos y directrices políticas claras, aunque en esta caso podría argumentarse que son las cuentas de un año doblemente electoral y que hasta los comicios locales de mayo no se sabrá hasta qué punto pueden mantenerse ciertas líneas de actuación. La presidenta de la institución respondió a las críticas en el sentido de que se trata de apoyar a los municipios, pero respetando en todo momento su autonomía. Sea como fuere, su mayoría absoluta permite empezar el nuevo año con un presupuesto nada desdeñable.