Ascienden a siete los muertos (entre los que se encuentra un oficial militar) y a 57 los heridos por un ataque perpetrado este lunes sobre la ciudad ucraniana de Pokrovsk, en la región de Donetsk, que ha afectado a un edificio de viviendas, según el Gobierno de Ucrania, que ha culpado a las fuerzas rusas de un bombardeo perpetrado con dos misiles.

A pesar de que las autoridades habían informado previamente de la muerte de cinco civiles, el gobernador militar de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, ha publicado en su canal de Telegram la muerte de dos personas más.

Además, ha anunciado que entre los muertos hay un oficial militar y dos trabajadores del Servicio de Emergencias, y que entre los civiles heridos hay un menor de edad de 11 años.

El Ministerio del Interior ha informado en su cuenta de Telegram de que entre los heridos hay más de una veintena de policías y trabajadores de los servicios de emergencias. La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), que brinda apoyo a las autoridades, ha asegurado que el segundo misil cayó cuando ya había un primer equipo de emergencia en la zona.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha sido la primera autoridad en informar del ataque, mediante un mensaje en redes sociales en el que lamentaba que se hubiese visto afectado "un edificio residencial común". En un discurso posterior a la nación, ha expresado sus condolencias por las víctimas y ha puesto en valor el trabajo de los servicios de emergencia en Ucrania.

"Todo el que lucha por la libertad de Ucrania salva vidas. Todo el mundo que ayuda a Ucrania derrotará a los terroristas junto a nosotros. Rusia rendirá cuentas por lo que ha hecho en esta guerra terrible", ha proclamado Zelenski.

Las Fuerzas Armadas ucranianas han registrado este lunes decenas de ataques sobre sus posiciones, incluidos más de una treintena de bombardeos aéreos, y ha denunciado los efectos de esta ofensiva sobre la población civil, en un informe publicado a última hora del día.