Telarañas, calabazas, calaveras y arañas; payasos asesinos, sombreros de bruja, fantasmas y esqueletos; catrinas, máscaras aterradoras y murciélagos. Halloween, la fiesta americana que se celebra la víspera del día de Todos los Santos ha llegado para quedarse. Ya no es solo porque cada vez sea más habitual ver a los más pequeños de la casa -y no tan pequeños- disfrazados por la calle sino también porque cada vez son más los comerciantes que se suman sin complejos a la festividad.
Basta pasear el centro y los barrios de la ciudad para comprobar cómo este año ha crecido el número de escaparates que lucen disfrazados. Es cierto que aún no tienen la complejidad de las elaboradas puestas en escena de los americanos, pero sin duda dan otro toque a la ciudad.
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Escaparates de miedo - Foto: Óscar Navarro
Escaparates de miedo - Foto: Óscar Navarro
Escaparates de miedo - Foto: Óscar Navarro
Abundan los esquelos y la calabazas enredados en falsas telas de araña, pero también se dejan ver guiños a la tradición mexicana del Día de Muertos, la cual se celebrada el 1 y 2 de noviembre para honrar la memoria de los familiares fallecidos. Hay quien, incluso, aprovecha para dar a conocer la cultura de Mexico, como es el caso de la Libería Ateneo. Una de sus clientas habituales, Eliuth, propuso a sus responsables Jacobo y Alberto, dedicar un espacio de la librería a dar a conocer a referentes de su país con un altar en su recuerdo y mostrar a los palentinos dos trajes típicos del Día de los Muertes, el de la Catrina y el Catrín.