«Lo más duro es no poder hacer vida normal»

Pablo Torres
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La Asociación de Esclerosis Múltiple de Palencia reivindica un mayor reconocimiento hacia esta enfermedad

Miembros de la Asociación de Esclerosis Múltiple Palencia y varios asistentes más en el acto de Las Huertas - Foto: Sara Muniosguren

Aproximadamente 150 palentinos de la capital sufren de esclerosis múltiple. Así lo estima el presidente de la Asociación de Esclerosis Múltiple Palencia, José Fernando de Abajo, durante el acto que ha tenido lugar ayer en el Centro Comercial Las Huertas con motivo del Día Mundial dedicado a esta enfermedad.

«Nuestra asociación lo que pretende es dar los recursos necesarios a las personas afectadas para que puedan sobrellevar las actividades diarias de la vida», asegura.

Una reivindicación. El presidente de la Ascociación de Esclerosis Múltiple Palencia también quiere que se haga justicia con el reconocimiento de la enfermedad. «Ahora mismo no se da el certificado de discapacidad solo con el diagnóstico de la esclerosis», denuncia. «Durante años, llevamos reivindicando, también a nivel estatal, que  esta enfermedad, y todo lo que conlleva consigo, debería ser acreditativa de un certificado de discapacidad», detalla.

Al acto han acudido varios miembros de la asociación y afectados por la enfermedad, así como el subdelegado del Gobierno, Ángel Miguel,  y algunos miembros de la corporación municipal como la concejala en funciones de Servicios Sociales, Raquel Martín.

«A cada uno nos afecta de una manera. Por eso se llama enfermedad de las mil caras», aclara de Abajo, quien además auspicia que «conocer los síntomas ayudará a que nos conozcan mejor».

David Alonso, que sufre de esclerosis múltiple, relata que recibió «la noticia con miedo» cuando le diagnosticaron la enfermedad en 2004, con solo 27 años. 

Fonsi González, afectada por la enfermedad  desde hace más de 20 años y miembro de la Asociación de Esclerosis Múltiple Palencia, cuenta cómo se vio obligada a cambiar de hábitos. «Dejé de trabajar hace siete años. Tenía una peluquería, pero el cansancio y el mal manejo que tenía en las manos me lo hacían todo complicado», describe. «Poco a poco te va afectando más. Perdí el tacto y la fuerza en las manos y poco a poco comencé a andar coja», narra.
Ahora, cuenta cómo su nuevo trabajo «es la rehabilitación». «Mi día a día es ir al gimnasio», detalla.

Paula Sanz, que también sufre de esclerosis múltiple, recomienda a todos aquellos que tengan dudas sobre si padecen la enfermedad que «vayan al médico enseguida». «A mí también me daba miedo lo que me fueran a decir, pero cuanto antes vayas antes te pueden ayudar, aclara. 
Fue diagnosticada en febrero, pero gracias a un tratamiento temprano hoy vive una vida «completamente normal», señala.
«Lo malo de nuestra enfermedad es la incertidumbre. No sé cuando me va a venir ni cómo será  el siguiente brote», concluye.