La Asociación de Mujeres en Igualdad, con el apoyo de la Concejalía de la Mujer del Ayuntamiento, organizó ayer una mesa redonda en el centro municipal La Puebla sobre la prevención del acoso escolar ante las repercusiones en jóvenes. Una mesa redonda con profesionales expertos debatió sobre las claves para erradicar esta lacra social, en la que se apeló al uso de herramientas conjuntas que propicien una mayor unión entre los colegios, administración educativa y las familias.
Ana Isabel Fuente, trabajadora social de la Asociación Palentina de Ayuda a las Víctimas del Acoso Pavia, y experta en el tratamiento y apoyo a familias ante casos de acoso en el entorno escolar -conocido como bullying, y otras derivaciones como el ciberacoso en redes sociales fuera de las aulas- resaltó que la principal herramienta «es tener una mente abierta y un sentido común grande». A su vez, apeló a «la transmisión de valores y otras funciones que debe desempeñar la familia al ser fundamentales y, además, el colegio y la institución educativa tienen que mantener una coherencia sobre un posible acoso, pero no hay que dejarles solos en esa labor».
Respecto a los casos de acoso escolar, expuso que la información oficial habla de una estabilización, pero explicó que su asociación no está de acuerdo «ya que observamos denuncias y protocolos que no prosperan y acaban cerrándose en falso sin contabilizarse, dado que lo que nos transmiten las familias es que se gestionan mal».
Por su parte, Verónica Álvarez, psicóloga sanitaria y terapeuta escolar, aludió a las repercusiones psicológicas del perfil de la víctima de bullying. «Hay que tener en cuenta que todos participamos en el germen del acoso, ya que existen tres perfiles: el agresor, la víctima y el entorno que lo genera. Nosotros, las familias y el colegio debemos tener una mirada de tolerancia y respeto hacia la diversidad, trabajando este aspecto desde que los niños son pequeños. Los círculos familiares crean a veces entornos disfuncionales y se piensa todavía que no pasa nada por dar un cachete a un niño, lo que puede derivar en conductas negligentes».
Mari Cruz González, docente y orientadora del IES Victorio Macho, se refirió a un mayor trabajo de prevención. «Toda la comunidad educativa debemos intervenir, desde los colegios a la administración y los propios padres, de una forma sostenida en el tiempo.Los medios de comunicación señalan que el acoso en el ámbito escolar no cede y debemos de dotar al alumnado de una formación y una información que les permita saber cómo actuar ante las situaciones de este tipo que se dan en el día a día del aula». A su vez, explicó que fuera de la docencia y centrándose en el ámbito familiar «si existe apoyo en este sentido el problema más gordo se pude resolver mucho antes».
exposición en positivo. Soledad Aragón, mediadora familiar, intervino como coordinadora y moderadora del debate suscitado en la mesa redonda. «Hemos querido ya en el título que la primera palabra fuera prevención para dar una visión positiva, aunque sin olvidar el problema personal y social que causa el acoso, con consecuencias físicas y mentales muy graves en los jóvenes. Los profesionales en este ámbito cuentan con herramientas que los niños deben conocer y, por su puesto, también sus familias. Nuestra idea es sacar las conclusiones más útiles», arguyó. En el acto público intervino por parte de la organización María José Ramos, abogada de familia y presidenta de la Asociación Mujeres en Igualdad.