El Zunder Palencia sigue invicto a orillas del Carrión. En la noche de ayer vencía a Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que jugó a merced de los morados tras el descanso. Morabanc Andorra también ganó, en su caso en la cancha de Leyma Coruña, por lo que la tabla sigue igual.
El balón al aire se lo adjudicó el Zunder, aprovechando la primera posesión del partido para anotar la primera canasta, obra de Kasibabu, que partía en el quinteto inicial. Olaizola y Dani Rodríguez, que fue recibido en el Pabellón Municipal, la que es su casa, con una sonora ovación, le dieron la vuelta a la tortilla con sus canastas. Ambos conjuntos mostraban dificultad para encontrar opciones de anotación, algo que sumado al desacierto en el tiro hizo que el 2-4 se mantuviera a 5'35 para el final del primer periodo, momento en el que Tanner McGrew desbloqueó el marcador (4-4). Una descongestión que también fue efectiva para Cáceres Patrimonio de la Humanidad, que acto seguido sumó dos nuevos puntos por medio del excapitán morado, Dani Rodríguez. Cepukaitis aumentaba la ventaja, pero McGrew volvía a sumar. El acierto visitante colocó el 6-12 en el electrónico, momento en el que Rivero aprovechó para pausar el partido y corregir a sus jugadores. Tras la reanudación, el propio McGrew, que sostenía ahora a los locales, cuerpeaba y se hacía hueco en la pintura para recortar distancias (8-12). Pedro Rivero modificaba prácticamente su quinteto titular, dando entrada a Manu Rodríguez, Rozitis, Germán Martínez y Kamba, siendo McGrew el único superviviente de los cinco que empezaron el partido. Y funcionó. Germán Martínez añadía cuatro puntos seguidos al cajón palentino para empatar el partido (12-12), instante en el que Blanco pedía el tiempo muerto (parcial de 6-0 favorable al Zunder). Cáceres reaccionó tras el mismo, volviéndose a poner por delante de Palencia al final del primer escenario (14-17).
Kostadinov estrenó el segundo acto con una canasta que reducía distancias en el luminoso, mientras que Kamba levantaba al público de sus asientos con un tapón descomunal. Borovnjak sumaba en estos momentos sus primeros puntos del compromiso (16-19). El portugués también regresaba a la que fue su casa. El choque vivía un momento de una intensidad altísima, con las dos escuadras, sobre todo la visitante, apretando y yendo al límite. Una tensión que resolvió Kostadinov, que en un momento dulce anotaba una vez más para poner por delante a los suyos (20-19). Schmidt no quería ser menos, enchufando un triple que provocó el éxtasis en la grada. A partir de ahí, un intercambio de golpes puso el 28-29 en el luminoso, a 1'08 del final y con tiempo muerto de Rivero. Alec Wintering se frenó en seco y se cuadró en el aire para anotar la última canasta del segundo cuarto (32-30).
Olaizola era el encargado de descorchar el electrónico tras el descanso, con una canasta que volvía a poner la igualada en el choque. Poco después, Wintering, uno de los más acertados en la noche de ayer (fue el primero en llegar a los dos dígitos en la anotación), estaba acertado desde los 6,75 metros para aventajar a los morados. Más tarde era Davis Rozitis el que culminaba un jugadón individual, penetrando para serigrafiar el 45-37, con tiempo muerto incluido en la cancha. Después del mismo, McGrew anotaba un triple, que sumado a la posterior canasta de Kamba daban como resultado la ventaja de 10 puntos por encima del Zunder sobre Cáceres (50-40 a 2'10 para el final). Los locales se encontraban ahora muy cómodos sobre el parqué, sometiendo a Cáceres y llevando el marcador hasta el 58-42 con el que se puso el broche al tercer acto.
El Zunder seguía a lo suyo en el último periodo y el partido se convertía en un auténtico vía crucis para Cáceres, que veía como se le agotaban las opciones ante un cuadro palentino que sentenció (76-61).