El pleno permite construir hasta 300 casas en la dársena

Carlos H. Sanz
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PSOE, PP y ¡VP! votan a favor de la aprobación del PERI-5, que solo contó con la oposición de IU-P y la abstención de Vox

El pleno permite construir hasta 300 casas en la dársena - Foto: Óscar Navarro

Veintiún votos a favor, tres abstenciones y uno en contra. Ese fue el veredicto que la Corporación del Ayuntamiento dio ayer a la aprobación definitiva del proyecto urbanístico promovido por la inmobiliaria Inbroser para 80.000 metros cuadrados ubicados en los entornos de la dársena y el ramal del Canal de Castilla. El PERI-5 fue aprobado y, con ello, esta superficie pasa a ser de uso residencial lo que permite la construcción de hasta 294 viviendas.

Tanto el equipo de Gobierno del PSOE como PP y ¡Vamos Palencia! votaron a favor, mientras que Vox optó por la abstención. El único no rotundo que se escuchó en el salón de plenos fue el de Izquierda Unida-Podemos; el suyo y, aunque sin voto, el de la plataforma Salvemos la Dársena, que intervino en el antes del debate para ofrecer a los 25 concejales una quincena de razones para oponerse al PERI-5 y «perseguir el interés general por encima del particular de los propietarios» y así «no perjudicar a la ciudad con un daño que permanecerá para siempre ni dañar la imagen del Ayuntamiento».

Un centenar de personas respaldó esta petición, pero el esfuerzo fue inane, así que con el visto bueno del pleno -y pese a la amenaza de dos recursos judiciales por parte de Ecologistas en Acción y Salvemos la Dársena-, Inbroser puede llevar a cabo sus planes de construir un mínimo de 176 y un máximo de 294 viviendas de tres tipos: colectiva libre (73), colectiva de protección (74) y residencial unifamiliar, que es la parte del león del proyecto, con un total de 40 viviendas aisladas o pareadas o 99 adosadas. Los entornos de la dársena cambiarán radicalmente con nuevas calles, zonas de aparcamiento -hasta 323 plazas-, espacios públicos y una pasarela peatonal que unirá los dos lados del canal.

Gana la legalidad. Ese es el futuro -de momento, sobre papel- de Allende el Río. Sin embargo, durante el pleno se habló más del pasado. El concejal de Urbanismo, Álvaro Bilbao, recordó que desde 2011 a 2020, durante tres mandatos -todos ellos del PP, dejó claro- se pudo modificar del PGOU para mejorar cómo ordenar el PERI-5 sin restricciones ni tener que indemnizar a los propietarios. 

«El Ayuntamiento no ejerció sus competencias pese a ver que el crecimiento de la ciudad que se planteó en 2008 -y en base al que se diseñó el marco del desarrollo urbanístico de esta zona- no se cumplía», sostuvo Bilbao.

Repartida la culpa al Partido Popular, el equipo de Gobierno se afanó también en explicar su voto a favor. «Siempre hemos tenido claro que el PGOU establece que los propietarios tienen derecho a construir dentro del ámbito del PERI-5, que la ordenación que han propuesto no nos gusta y es mejorable y que el Ayuntamiento debía defender ante los propietarios una ordenación distinta», sostuvo el edil de Urbanismo. Bilbao recalcó que se han mantenido fieles a esas premisas pero que ha llegado a un punto en el que, por un lado, «Salvemos la Dársena defiende que no se construya nada pese a que los propietarios tienen derecho» y, por otro, «el PERI-5 cumple con toda la legislación». 

«Si tenemos que velar por el interés general y del Ayuntamiento, solo hay una opción: cumplir la legalidad», concluyó Álvaro Bilbao, que, de paso, negó que se vaya a destruir el entorno de la dársena «porque ninguna edificación se situará a menos de 30 metros del canal» y «se crearán 21.000 metros cuadrados de zonas verdes».

«Ya sabía yo que el malo iba a ser el PP», contestó Víctor Torres al edil de Urbanismo, al que recordó que los populares se opusieron al PGOU diseñado por los socialistas. «El PSOE recalifica el suelo rústico a urbano y la culpa es del PP. El PSOE da esperanzas a una negociación con los propietarios, y cuando no prospera, echan balones atrás», continuó Torres que, más allá del intercambio de reproches, centró el asunto en el mismo punto que el equipo de Gobierno. 

«Cuando se tienen todos los informes favorables y un expediente inmaculado, hay que cumplir con la legalidad. A unos les gustará más el proyecto, a otros menos y algunos ni un ápice. Pero aquí, desgraciadamente, no estamos para debatir sobre lo que más nos gusta sino para ejercer con responsabilidad la toma de decisiones», argumentó el portavoz del PP.

Torres invitó al resto de concejales a preguntarse si se puede desarrollar el PERI-5, si la propiedad se ha adaptado a los criterios legalmente establecidos en todos los informes, si existe un derecho adquirido de los propietarios y si una votación en contra puede generar un daño a la ciudad. En las bancadas del PP, PSOE y ¡VP! respondieron sí. 

El voto en contra de IU-Podemos no fue ninguna sorpresa. Desde 2008, la formación de izquierdas se ha opuesto no ya al PERI-5 sino a cualquier acción que suponga la urbanización de la margen derecha del río. Se encargó de recordarlo su portavoz, Rodrigo San Martín, que esgrimió que la aprobación de este «vergonzoso proyecto» es «nula de pleno derecho».

«Tenemos una larga historia rechazando este ordenamiento urbanístico y nuestro voto seguirá siendo no», señaló San Martín, que defendió que «el interés general de la ciudad» está por encima «del derecho a la propiedad». «Si ninguno de los aquí presentes estamos de acuerdo con cómo ordena nuestra ciudad este PERI-5, ¿cómo es posible que salga adelante?», preguntó antes de pedir el voto nominal.

PP, PSOE e IU-Podemos son parte de la historia de este PERI-5 y, quizá por ello, su implicación en el debate fue mayor que la de los otros dos grupos políticos de la Corporación. Si ¡Vamos Palencia! se dio mus, Vox optó por jugar a la chica.

La edil de VP, Marta Font, se limitó a señalar que «no hay motivos legales para impedir el ejercicio del derecho de propiedad». «Independientemente de la opinión personal que nos suscita este proyecto, se ajusta al PGOU y cuenta con todos los informes preceptivos que valoran la actuación favorablemente», sentenció.

En el debate entre la legalidad y el interés general, Vox optó por la abstención. «Por estar en la oposición y no ser necesario nuestro voto, no vamos a soportar la repercusión social de esta mala gestión», sentenció su portavoz, Sonia Lalanda.

La bancada reconoció que «está totalmente a favor de que se construya en la margen derecha» pero que este PERI-5 «no es el que más concita con el interés histórico y paisajístico de esta zona». Las objeciones de Vox fueron, por una parte, la movilidad urbana. Lalanda recriminó al Ayuntamiento no haber solucionado el problema de «accesibilidad limitada del tráfico en la zona» por lo que ahora «no tiene sentido plantear una presión de más viviendas y un centro comercial (sic.). La portavoz se refería al cierre de la ronda sur que contempla el PGOU y que, sobre el papel, discurre paralelo al Canal de Castilla hasta conectar con La Yutera. 

El otro pero que argumentó Vox al PERI-5 fue que «se van a construir edificios en altura y ese no es el mejor sitio para poner edificios de cuatro plantas».

«PP y PSOE nos han traído hasta aquí», señaló Lalanda, que criticó a los primeros su inacción los años de Gobierno, y a los socialistas, la falta de éxito en la negociación con los propietarios para intentar sacar esos edificios a otra zona de la ciudad. Los unos y los otros, sin embargo, le recordaron a Lalanda que votó a favor de la aprobación inicial de este PERI-5 en la Junta de Gobierno Local pese a que ya conocía esos problemas.

Unidos con el soterramiento. El otro gran tema sobre el que debatió el pleno y que también congregó a un notable número de ciudadanos fue el soterramiento. ¡Vamos Palencia! expuso una moción en la que se exigió denunciar las obras de Adif en los Tres Pasos, «exigiendo su paralización inmediata por incumplir y ser incompatibles con el soterramiento aprobado para la ciudad», argumentó Marta Font. También para pedir que se preparen jurídicamente para actuar si el próximo 17 de octubre  Adif se niega a modificar el proyecto,  y, finalmente, para «solicitar al Gobierno la pronta ejecución del soterramiento».

Una propuesta que resumía los pasos dados por el Ayuntamiento estos tres meses y en la que, por supuesto, todos los grupos estuvieron de acuerdo. Sin embargo, no es en el qué sino en el cómo lograr este proyecto donde difieren los partidos y, en ese debate, sí hubo los habituales intercambios de reproches sobre culpas y críticas por intentar «patrimonializar» el tema. Lo de siempre.