Soberbio toreo de Fernando Adrián en su presentación

Manolo Illana
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La faena al toro que indultó se la brindó a El Juli, que también brilló en su despedida de esta plaza y de esta afición. Campos Góticos registró una excelente entrada el día del regreso de Diego Ventura, doce años después

Soberbio toreo de Fernando Adrián en su presentación - Foto: Óscar Navarro

Tarde de las que pueden pasar a la historia después de lo que en Campos Góticos presenció el respetable. El rejoneador Diego Ventura demostró ese gran lugar que ocupa como uno de los mejores toreros a caballo. Julián López El Juli, feliz en su despedida de esta plaza y su afición, de la que se sigue acordando desde que aquí hizo el paseíllo en aquel festival de 1995. Habrá que estudiar frases y palabras para definir con naturalidad lo que el debutante Fernando Adrián realizó al último toro de Zacarías Moreno, indultado y con fenomenal vuelta al ruedo para torero y ganadero.

El ambiente que se respiraba en la plaza con los diestros realizando el paseíllo era el de esas tardes de las que se espera disfrutar viendo torear. La plaza se cubrió en sus tres cuartos largos con el ambiente de gozar de lo que en el ruedo podía suceder, y vaya que sucedió. Puerta grande abierta para que por ella salieran a hombros don Julián López en su despedida y el debutante Fernando Adrián, que vino a ocupar a última hora el lugar de José Antonio Morante de la Puebla.

 Tercer festejo de feria en el que se volvía a recordar con el cartel aquellos años en los que en casi todas las ferias se anunciaba un festejo con la presencia de un rejoneador. Buen recuerdo para no olvidar. Última corrida de El Juli en esta plaza en vísperas de su retirada. 

Soberbio toreo de Fernando Adrián en su presentaciónSoberbio toreo de Fernando Adrián en su presentación - Foto: Óscar Navarro

Tarde para el recuerdo que dio comienzo con una muy torera actuación de Diego Ventura, que volvía a pisar este ruedo después de doce años. Montado sobre Velázquez clavó dos rejones de castigo en los medios. La primera fuerte ovación que recibió fue en banderilla montado sobre Nómada, toreando sin prisas y clavando en los medios. Adornos llenos de seriedad. Más de lo mismo a lomos de Nivaldo, desde donde clavó dos brillantes rehiletes. Colocó las cortas sobre Guadiana. Buena faena sin premio porque necesitó tres pinchazos y uno entero, teniendo que descabellar.  Una oreja cortó en su segundo, en faena con buena montura y buen toreo, clavando bien y en su sitio. Certero con el de muerte y a sus manos una merecida oreja. 

Tarde importante de El Juli en su despedida de una afición que desde que aquí se presentó como becerrista le sigue admirando. Fue silenciado en su primero por el fallo a espadas después de una faena  merecedora de trofeo brindada al público con torero emocionado. Fue en los medios donde toreó muy de verdad en tandas con las dos manos y muy despacio. Muleta adelante y pases interminables. 
En su segundo, la plaza se entregó al buen hacer de El Juli. Por cómo era el toro nadie esperaba que le hiciese la faena que realizó. Enseñó al astado toreando en los medios con tandas. Más templado y torero, imposible. 

Soberbio toreo de Fernando Adrián en su presentación
Soberbio toreo de Fernando Adrián en su presentación - Foto: Óscar Navarro

No se puede torear más y mejor que como lo hizo Fernando Adrián. Toreo serio, de entrega con ese valor necesario del que este madrileño está sobrado. Dos faenas en el sitio y con ese increíble valor. Distancia, quietud, mando y todo lo que una figura lleva en sus adentros y esa entrega con la espada. Dos actuaciones increíbles con la pureza que lleva el buen toreo. La de su segundo, indultado, faena para el recuerdo y la historia desde el brindis a El Juli hasta el momento que se le perdonó la vida al toro entre gritos de «torero, torero». El toro no se cansó de embestir y el torero de bien torear. Enhorabuena don Fernando Adrián. Esperamos que pronto esté en el lugar de los grandes.