Entraba por vía de la sustitución y acabó siendo el protagonista del festejo en la que era su presentación en Palencia

Yo venía a cuajar a mis dos toros, a torear y a hacer lo que quería hacer, pero muy interiormente también era un día muy especial para mí. Pensaba en un triunfo, pero no en un indulto. Sí que venía pensando en dar la dimensión de torero que vengo dando durante todos estos días y como siempre he dicho: mi mayor motivación es cuajar los toros, que la gente vaya conociendo a Fernando Adrián. Entrar en estas grandes ferias es lo que llevo mucho tiempo luchando y soñando. Creo que lo que tenía que hacer lo he acabado haciendo.

Hizo que Finito fuera infinito...

Lo que más me gustó es que fue muy completo, sobre todo lo más bonito que ha tenido es la entrega y que ha ido a más. Según me fui entregando, él también lo hizo y creo que eso es lo más importante: el corazón.

Bien el toro, pero también bien el torero que tenía enfrente

Cuando un animal se le ve lo que tiene dentro no hace falta ni buscarlo, creo que ha salido solo. Se ha entregado y eso es lo más bello de los toros, cuando tienen ese fondo. Me ha recordado a otro astado que indulté, muy importante para mí, Santanero, de Baltasar Ibán, en Arnedo. Este  también ha ido a más. En cuanto cogía aire se quería venir otra vez, y otra...

Y ese brindis a El Juli, muy bonito

Era un cartel muy especial por estar acartelado con mi padrino de alternativa, además habiendo salido de su casa, de su escuela. Así que lógicamente después de haber vivido tanto como he vivido con él, para mí también era un día emotivo.