Baltanás demuestra que la trufa tiene cada vez más adeptos

César Ceinos
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La localidad cerrateña acogió la cuarta edición del certamen dedicado a este hongo, que se vendió en los puestos de la carpa a un precio de 1.200 euros/kilos

Los visitantes comprobaron el buen olor de las trufas. - Foto: Sara Muniosguren

La trufa llegó al Cerrato para quedarse y cada vez son más los interesados en este hongo que tiene múltiples cualidades culinarias y ofrece una muy buena rentabilidad económica a los productores. Un  ejemplo del creciente interés por este producto en la zona sur de la provincia fue la celebración de la Feria de laTrufa de Palencia, que tuvo lugar ayer en Baltanás con un resultado satisfactorio. 

El público llenó la carpa instalada en la plaza de España durante toda la mañana, donde se pagaron las trufas a 1.200 euros/kilo. Además, los asistentes respondieron favorablemente a los talleres  y la degustación de pizza y trufa dejó un buen sabor de boca. «Estimamos que más de 1.500 personas pasaron por la feria, que estuvo muy animada.Los productores y expositores se marcharon contentos y el balance es muy positivo», aseguró ayer la alcaldesa de Baltanás, María José de laFuente, tras la finalización del evento comercial, que fue organizado por la Diputación e inaugurado por su presidenta, Ángeles Armisén.

La cuarta feria contó con 14 expositores variados. La trufa era la gran protagonista, pero hubo espacio también para mostradores con productos de alimentación trufados y con expertos del sector que ofrecían su punto de vista y plantas para iniciarse a producir este hongo. «Lo más importante de esta feria es dar a conocer a la gente de los pueblos que hay un cultivo alternativo al cereal en la comarca del Cerrato», destacó ayer Ana Pinedo, de Trufas del Cerrato, que se adentró hace diez años en este mundo y que produce desde hace tres. 

Entre los expositores también había vendedores procedentes de otras provincias con gran tradición en este campo. Desde Burgos llegó Rafa Díaz, del Club del Perro Trufero, quien comentó que Baltanás es un buen lugar para comerciar. «Es una feria corta, de solo una mañana, pero se vende bien y hay interés en la zona por la trufa. Cada año viene más gente a comprar. Muchos repiten, lo que es sinónimo de que gusta», explicó. 

En términos similares se expresó Alfonso Fresneda, de Viveros Tuber (Soria).Acude a la feria desde sus inicios, pero recordó que lleva trabajando con productores cerrateños desde hace décadas. «Los primeros truficultores de la zona fueron clientes nuestros», aseguró el expositor. A renglón seguido aseveró que en la comarca cada año hay más interés por la trufa  «porque ya se empiezan a recoger cantidades importantes y la gente, cuando ve que algo funciona, comienza a hacerlo». 

Por último, el burgalés Rodrigo Alonso, de De la casa Vallaroli, hizo hincapié en que la última cosecha de trufa fue mejor que la anterior gracias a que el suelo tenía más humedad que en 2023.