Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


Muriel y Pedro

02/04/2023

Son una singular pareja formada por una periodista neoyorquina y un torero palentino-de Cisneros, para ser exactos-que parecen protagonistas de algún relato de corte modernista, como gustaba a los escritores de aquella corriente artística. Tuve ocasión de conocerlos en un viaje reciente a Sofia, capital de Bulgaria, con lo que el exotismo de la situación adquiría tintes ya claramente literarios. Nunca he ocultado mi afición al arte de la tauromaquia, a su bellísima liturgia llena de profundo simbolismo, así como a las cualidades que posee, como son el valor, la audacia bien medida, el compañerismo, la exaltación del pundonor y del deseo de superación personal y de un profundo sentido de la belleza que toda forma de arte exhibe. Pero confieso que nunca hubiera sospechado que una competente escritora y periodista norteamericana, impulsada por su admiración por nuestra Fiesta Nacional y siguiendo la imborrable huella de su brillante compatriota y Premio Nobel de Literatura, Ernest Hemingway, viniera a España para vivir de cerca y comprender en toda su complejidad, el sentido de la tauromaquia. Y tanto lo hizo que se enamoró de un matador de toros que, para insistir en el exotismo de su decisión, resultó ser de un pueblo de nuestra Tierra de Campos, que no posee ninguna tradición taurina. El afortunado elegido resultó ser Pedro Giraldo, un joven torero que tomó la alternativa en  Palencia el 2 de septiembre de 1978 con S. M. El Viti y Palomo Linares de testigo. Muriel Feiner ha publicado una decena de libros entre los que destaca La mujer en el mundo del toro, que obtuvo el premio Antonio Díaz Cañabate, por considerarlo el mejor libro sobre toros. Acaba de publicar Mi barrio de las Letras, consolidando su valor como escritora en total sintonía con su actividad periodística. Muriel y Pedro ilustran perfectamente esa comunión que siempre ha existido entre la Literatura y la tauromaquia y que tan importantes frutos ha dado, tanto a favor como en contra de la fiesta, que nadie podrá negar. En el siglo XXI la relación vive en el insólito matrimonio de una neoyorquina y un palentino. Por muchos años