No va a ser nada fácil para los aficionados taurinos acostumbrarse a una feria de San Antolín sin la presencia de El Jul. Quizás por eso Campos Góticos se vino abajo ayer para arropar al madrileño en la que será la última comparecencia en Palencia tras anunciar su retirada una vez que toque a su fin la temporada en curso. 

Aquí llegó por primera vez meses antes de alcanzar la mayoría de edad, siendo una joven promesa que, por sus maneras y su forma de comportarse en el albero, no tardaría en triunfar a este y al otro lado del Atlántico. Era la víspera del patrono, por lo que se da la casual circunstancia de que eligió el 1 de septiembre para su presentación y para su despedida, con 23 años de diferencia.

Desde aquella primera tarde, han sido contados los sanantolines en los que no ha hecho el paseíllo ante un público que en la segunda de abono de esta feria demostró que siente auténtica admiración por un diestro que forma parte ya de los anales de la tauromaquia palentina. Y es que ha pisado Campos Góticos en los años 2001 -foto de la izquierda-, 2002, 2003, 2004 (por partida doble), 2005, 2006, 2007 (también hizo doblete), 2008, 2010, 2011, 2016, 2017, 2018, 2019, 2022 (dos tardes) y en esta de 2023. «En esta plaza he vivido momentos muy bonitos a lo largo de mi carrera y estoy muy agradecido a esta afición», aseguraba el pasado año a Diario Palentino en la entrevista que le realizó Jorge Cancho, redactor jefe de esta casa.

En total, y según refleja la hemeroteca de este periódico, 20 actuaciones en Palencia sumando la de ayer, lo que le convierte en el segundo matador que más veces ha actuado en el coso capitalino, en el que ha cortado un total de 31 orejas (dos ayer) y ha abierto la puerta grande en doce ocasiones. Por el momento, solo Enrique Ponce supera a El Juli en actuaciones en Palencia, con un total de 23. Un idilio que comenzó a fraguarse en los años noventa, siendo aún un niño, cuando participó en dos festivales celebrados en 1995 y 1996. En el primero, homenaje a Marcos de Celis, deslumbró al público por su precoz sabiduría , cortando un rabo. Y el año siguiente, impactó con un novillo del Capea de 521 kilos, al que le hizo una lidia impresionante. Nuevamente cortaba los máximos trofeos. Se le echará de menos.