La Academia de Gastronomía ensalza a Los Palmeros y Socorritos

J. Benito Iglesias
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El jurado que eligió a los galardonados estuvo compuesto por profesionales del ámbito gastronómico y la comunicación además de los académicos de las diferentes provincias de Castilla y León

La Academia de Gastronomía ensalza a Los Palmeros y Socorritos

La Academia Castellana y Leonesa de Gastronomía distinguió el lunes en sus premios anuales en la categoría de mejor restaurante tradicional a Los Palmeros, de Frómista, y en la de mejor producto agroalimentario a los Socorritos, de la empresa UKO de Cervera de Pisuerga. En la representación institucional por Palencia acudió al acto el vicepresidente segundo de la Diputación, Urbano Alonso.

Los Palmeros destaca por su cocina tradicional renovada, utilizando los mejores productos de cada temporada. Este restaurante, con raíces que datan del siglo X al XV como un antiguo hospital de peregrinos del Camino de Santiago, se reconvirtió en 1968. La familia Rayón Gómez lo gestiona desde 1978. 

Desde entonces, ha realizado diferentes reformas, pero manteniendo su identidad con el objetivo de mejorar la experiencia gastronómica. Ubicado entre los Picos de Europa y las llanuras de Tierra de Campos, es una parada obligada en las rutas al norte de la península y del Camino de Santiago, acogiendo a viajeros, turistas y peregrinos desde sus inicios. 

La Academia de Gastronomía ensalza a Los Palmeros y SocorritosLa Academia de Gastronomía ensalza a Los Palmeros y SocorritosPor su parte, los Socorritos o lazos al glas, como también se conoce a estos exquisitos hojaldres artesanos, tienen una historia que supera los 30 años. Este dulce comienza a elaborarse en un pequeño obrador de la familia de Socorro, vecina del pueblo de Cervera de Pisuerga. Raquel, una de las hijas de la familia, que ingresa como monja en el convento cisterciense de Nuestra Señora de la Asunción, de San Andrés del Arroyo, decide llevar consigo todo el material necesario para continuar con la elaboración del dulce, con lo que comienza a enseñar al resto de las Hermanas el secreto de su elaboración. Pasados unos años, Raquel decide abandonar el convento y volver a su antigua vida en Cervera de Pisuerga. 

Fue en este momento cuando surge la idea entre la familia de crear una pequeña fábrica dedicada a la venta del dulce. El nombre de Socorritos debe el honor a Socorro, madre de Raquel. Elaborados con harina de trigo, huevos, mantequilla, azúcar glas y sal, tienen forma de pajarita y son muy delicados al paladar, pues su hojaldre de mantequilla se deshace en finísimas capas. Van envueltos en una fina sábana de azúcar glas que les da su aspecto característico.

En la  gala de premios, además, Francisco Martínez Paco, de La Criolla (Valladolid), recibió la Mención Especial a la Trayectoria Profesional de la Academia Castellana y Leonesa, en la entrega de la IX edición de estos galardones en el centro cultural Espacio Santa Clara, de Soria. Como cada año, se rindió homenaje a los premiados y se dieron cita representantes del mundo cultural, dando especial protagonismo a la gastronomía, con la presencia de miembros de la Academia Castellano y Leonesa encabezados por su presidente, Julio Vallés.

La Academia de Gastronomía ensalza a Los Palmeros y SocorritosLa Academia de Gastronomía ensalza a Los Palmeros y SocorritosEl jurado profesional que ha elegido a los galardonados se ha compuesto por profesionales del ámbito de la gastronomía y la comunicación además de los académicos pertenecientes a la Academia Castellana y Leonesa de Gastronomía de las diferentes provincias.

Además de la mención especial, el premio al mejor restaurante tradicional recayó en Los Palmeros, de Frómista; el mejor local de copas fue para el Café Niebla Bar (Salamanca);  y en la revelación gastronómica se concedió el galardón al recientemente estrella Michelin Carlos Casillas, del restaurante Barro (Ávila).

Igualmente, en el apartado de mejor industria agroalimentaria se impuso Arotz Food (Soria); el mejor producto agroalimentario fue Socorritos, de Cervera de Pisuerga; la mejor bodega, Gordonzello, de Gordoncillo, (León); el mejor servicio de sala Javier Iruela, del restaurante Baluarte (Soria); el mejor cocinero José Ignacio Castrodeza, del restaurante Villa Paramesa (Valladolid), y el mejor restaurante de Castilla y Léon fue En la Parra (Salamanca).