A contracorriente

Diego Izco (SPC)
-

Los rivales ya no respetan a un Barça que ha empezado perdiendo cinco de los últimos 11 partidos

Koundé conduce el balón en el duelo ante el Alavés. - Foto: AFP7 vía Europa Press

Pedri todavía no ha podido hacer magia en su regreso. Abandona el terreno de juego cabizbajo, consciente de que algo no marcha bien: «cuando empiezas perdiendo, algo que nos ha pasado varias veces esta temporada, tienes que remar a contracorriente». Su percepción es la correcta: el Barça ha encajado el primer gol del partido en cinco de los últimos 11 partidos. ¿Por qué ubicar la línea 'ahí', justo en el «11»? Es un punto de inflexión invisible en la temporada azulgrana, justo después de una doble exhibición (5-0 al Amberes y 5-0 al Betis) que no hacía presagiar las muchas dudas que genera el plantel dos meses después. 

Desde ese 16 de septiembre hasta hoy, acumula 11 duelos sin ganar por más de un tanto (la segunda vez que sucede en el presente siglo… y ambas ocurrieron con Xavi en el banquillo: la época 'post-Messi' está siendo dura). Además, en los últimos 10 no ha pasado de las dos dianas. Y sí: el balance ofensivo preocupa, pero más el defensivo: los rivales le han 'perdido el respeto'. 

De entrada, los azulgrana son la 'víctima' de los dos goles más rápidos de la temporada en Primera, lo que habla de la motivación ajena y de la relajación propia: en Granada, Bryan Zaragoza le hizo el 1-0 a los 17 segundos… solo uno más de los que tardó el Alavés, a través de Samu Omorodion el pasado fin de semana, robarle la pelota y hacerle el 0-1. «Son errores que hay que corregir. Regalamos demasiado y eso nos está penalizando», lamentaba el técnico de Terrasa. 

Cinco veces (un 30 por ciento de lo que va de curso) el Barça se ha visto en la tesitura de remontar un choque. Lo logró plenamente dos veces, lo logró 'a medias' (empate) otras dos y cayó en Champions ante el Shakhtar. Todo arrancó ante el Celta, que sorprendió con un 5/3/2 (sistema que han copiado otros equipos ante el Barça desde que Benítez lo enfrentase a los de Montjuïc el 26 de septiembre); los vigueses se pusieron 0-2 en el minuto 76, y solo el 'milagro' de los últimos instantes (dos de Lewandowski y uno de Cancelo) impidieron la gran sorpresa. Una jornada después, el Mallorca copió el dibujo celeste y le arrancó un 2-2 en Palma: Muriqi, a los ocho minutos, puso la primera piedra.

Tras dos empates por la mínima, el bloque culé volvió a «remar a contracorriente» en Granada, con un doblete de Bryan Zaragoza en la primera media hora. Lamine Yamal y Sergi Roberto aseguraron un punto para los catalanes, que en sus dos últimos encuentros (Shakhtar y Alavés) se han visto de nuevo por debajo en el marcador. 

Terapia

El parón obligará a Xavi a replantear muchas cosas, sobre todo en el aspecto defensivo. Son ya 13 goles encajados en la Liga en otros tantos choques, una cantidad que Ter Stegen no recibió hasta la 34ª jornada (el Barça fue campeón con solo 20 tantos concedidos). Los mimbres, aparentemente, son los mismos e incluso mejores: Araújo, Koundé y Christensen más la aportación de Íñigo Martínez, internacional absoluto con casi 400 partidos en Primera, a los que se suman en los laterales Balde, Marcos Alonso, ahora João Cancelo… 

Que Oriol Romeu no ha funcionado como 'stopper' es una evidencia; que la baja de Frenkie de Jong ha hecho mucho daño a la medular, también. Pero igual el preparador prefiere hacer tratamiento sobre esa 'presión' mediática que lamentó tras el 2-1 del pasado domingo. Al técnico le tocó vivir como jugador las exigencias del famoso entorno («A los futbolistas les he dicho que de mí dijeron en su día que era el cáncer del club, y estoy aquí de entrenador») y los más jóvenes (Pedri, Lamine, Fermín, Balde o Gavi no alcanzan los 21 años) están viviendo un curso acelerado de 'barcelonismo': vencer sin jugar bien no es una opción. Pero hacerlo cuando el oponente se pone por delante, cada vez más complicado.