Julio López

Julio López


15.000 millones

16/11/2023

Inaceptable. La decisión de Pedro Sánchez de condonar a Cataluña 15.000 millones de su deuda con el Estado en nombre del resto de CCAA, las paganas de semejante gracia, es simple y llanamente inaceptable. Para justificar dicha aseveración trataré de explicar cómo funciona el sistema de financiación de las CCAA de régimen común. Un tema complejo, pero voy a intentarlo.


Uno.

La financiación de las CCAA proviene de dos vías. La primera, la recaudación de tributos, tanto los cedidos totalmente (por ejemplo, el Impuesto sobre el Patrimonio), como los cedidos parcialmente (el IRPF y el IVA en un 50% o los Especiales en un 58%). De lo que recauden las CCAA sólo se quedan con el 25%.  La segunda, la participación en cuatro fondos que canalizan transferencias estatales hacia las CCAA y redistribuyen recursos entre ellas. El más importante es el Fondo de Garantía, cuyo objetivo es dotar a las CCAA de recursos necesarios para prestar un nivel uniforme de servicios públicos en todo el territorio nacional y que se financia con el 75% de los ingresos tributarios teóricos o normativos de las CCAA y con una aportación adicional del Estado. Ese fondo se reparte entre las autonomías en función del porcentaje que en el total representa su población ajustada. El concepto de población ajustada pondera la población en función de factores como el envejecimiento, los jóvenes en edad de estudiar, la población protegida por el sistema público de salud, la dispersión de la población, la superficie o la insularidad. 


Dos. Balanzas fiscales.

El Fondo de Garantía es el mecanismo de solidaridad del sistema, haciendo que las CCAA con menos recursos reciban más de lo que aportan, y las más ricas contribuyan en términos netos. Esos saldos positivos o negativos son las famosas balanzas fiscales, de complicado y oscuro cálculo susceptible de manipulación según quien lo elabore. En este sentido, yo me fío del prestigio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) cuyo director, Ángel de la Fuente, es el mayor experto de España en la materia. Según Fedea, en 2021 las CCAA con aportaciones netas fueron Madrid (6.313 millones), Cataluña (2.168 millones) y Baleares (334 millones). Sí, Madrid triplica a Cataluña en su aportación neta al sistema, lo que desmonta el bulo del «España nos roba» que tantas veces se ha escuchado en el Parlament. La lectura es similar en las liquidaciones de años anteriores. No existe el agravio catalán al compararse con la comunidad madrileña.


Tres. Deuda pública autonómica.

Con la financiación recibida del sistema, las CCAA prestan los servicios esenciales a sus ciudadanos, gastando sistemáticamente más de lo que ingresan e incurriendo en déficits públicos que han de financiar pidiendo prestado, lo que año tras año engrosa su deuda pública. Según datos del Banco de España del segundo trimestre de 2023, la deuda acumulada por las CCAA ascendió a 327.346 millones de euros siendo Cataluña, con 86.600 millones de euros, la región más endeudada seguida de la valenciana (57.246 millones). Castilla y León sólo tiene una deuda de 13.506 millones. Buena parte de la deuda de las CCAA la tienen contraída con el Estado a través del FLA (Fondo de Liquidez Autonómica), uno de los mecanismos que diseñó el Gobierno de España entre 2012 y 2014 para prestar dinero a las administraciones públicas que estuvieran endeudadas y no pudieran conseguir financiación por su cuenta. El conjunto de estos mecanismos se denomina Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas (Ffccaa).


Cuatro. La inaplazable reforma del sistema de financiación autonómica.

Las CCAA responsabilizan de sus déficits a la insuficiencia de los recursos recibidos del actual sistema de financiación, que debía haber sido actualizado en 2014 y que lleva nueve años pidiendo a gritos una reforma que no llega por la incapacidad de las CCAA para ponerse de acuerdo. Varios ejemplos. Castilla y León quiere que en la definición de población ajustada pese más el envejecimiento y la dispersión poblacional; Canarias, mayor ponderación para la insularidad; la Comunidad Valenciana, más peso a la población sin más. Pero el principal obstáculo es Cataluña, que reivindica posiciones maximalistas que se podían resumir en la cesión del 100% de la recaudación del IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales, y en el perdón de los 73.000 millones de deuda contraída con el Estado a través del FLA. Dos órdagos a la grande que nadie había tomado en serio porque supondrían la quiebra del sistema. Es verdad que hay expertos que han abogado por condonar parcialmente la deuda de las CCAA contraídas con el Estado, pero a cambio de apoyar la reforma del sistema de financiación. Repito, en un marco de negociación multilateral, a todas las CCAA, y a cambio de flexibilizar sus posiciones para poder reformar el sistema.


Cinco. Los 15.000 millones de quita a Cataluña, un agravio inaceptable.

Pero llegó Pedro Sánchez y aceptó condonar el 20% de la deuda de Cataluña con el FLA, lo cual es inaceptable por varias razones. La primera, por gestarse en un marco bilateral, al margen de las restantes CCAA y en pago al apoyo para su investidura. Lo sé, lo de contentar a nacionalistas en las investiduras o en la negociación de los presupuestos se ha hecho siempre, pero como castellano y leonés siempre lo he rechazado, fuese el gobierno que fuese. La segunda, porque de aplicarse a las demás CCAA desaparecería el incentivo para que flexibilicen sus intransigentes posturas en aras a lograr la necesaria reforma del sistema de financiación, lo cual penaliza especialmente a Castilla y León porque necesita esa reforma para que se reconozca que la prestación de servicios es mucho más costosa cuando se tiene la población más envejecida y dispersa de España. Y la tercera, porque de extenderse la medida de gracia supondría premiar a las CCAA más endeudadas, y castigar a las que menos deuda tienen como Castilla y León, que sólo debe al Estado 1.966 millones de euros. Supongo que si la Junta de Castilla y León lo hubiera sabido no hubiera hecho tanto recorte en sanidad, educación y servicios sociales y se hubiera endeudado más. Sí, como castellano y leonés la medida me parece inaceptable, y me parece igual de inaceptable que haya responsables políticos regionales que la defiendan. Así nos va.

 

*Es profesor de Análisis Económico de la UVA