Cuidados que mejoran vidas y gestionan emociones

J. Benito Iglesias
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Susana Martínez, gestora de caso, y Dolores González, asistente personal, desarrollan su labor en la Fundación Grupo San Cebrián con la prestación de servicios asistenciales y el desarrollo de proyectos vitales para usuarios de edad avanzada

Cuidados que mejoran vidas y gestionan emociones

Formación, cualificación  y vocación al servicio de quien más lo necesita. Estos son los adjetivos que definen a los empleados de la Fundación Grupo San Cebrián en su tarea diaria.

Susana Martínez, gestora de caso y psicóloga de la entidad social desde hace cuatro años, alude a la complejidad que conlleva atender a personas con necesidades especiales. «En el programa Intecum se integran usuarios en una etapa de fin de vida. Precisan ayuda inmediata y flexible y se gestiona con todos los agentes que intervienen en el proceso desde que un trabajador social nos deriva casos, que vienen de Sacyl o los CEAS. Por lo tanto, la relación es coordinada y fluida para alcanzar los objetivos perseguidos», manifiesta.

Una vez que llegan informes de   entidades relacionadas con servicios sociales se inicia el contacto con las familias y el usuario, realizando una primera valoración a domicilio para diseñar el programa de apoyos. «La persona es el centro de nuestra atención y no se va a actuar de ninguna forma si no es con su acuerdo. No se puede aplicar  o aconsejar nada en materia de cuidados que el usuario no desee», arguye.

En el ámbito del gestor de caso hay actuaciones que ayudan y mucho al bienestar personal y la mejora de la calidad de vida. «Tenemos usuarios con un perfil oncológico, de esclerosis lateral amiotrófica y multipatologías. Son situaciones duras pero existe satisfacción personal y profesional porque sientes que aportas tu granito de arena. Primero gestionamos proyectos de apoyo a necesidades como conseguir una cama articulada, silla articulada o lo que se determine. Luego buscamos el asistente personal, que ahora se está empezando a conocer mucho más. Su figura es clave para adaptarse a las funciones de los cuidados, porque cada caso es diferente y  mi labor es formar profesionalmente y preparar emocionalmente al trabajador para ejecutar las determinadas labores que se acuerdan con el usuario o sus familias», enfatiza.

ASISTENCIA PERSONAL. Dolores González, asistente personal, empezó en este trabajo en  2021, con experiencia previa desde 2019 en el servicio de ayuda a domicilio. «Hace dos años apenas se podían ver en los portales de búsqueda de empleo ofertas de asistente personal y hace cuatro mi formación comenzó con la certificación profesional en atención a personas dependientes. En 2023 obtuve la titulación oficial de técnico de grado medio en esta especialidad. Mi intención inicial era la de descubrir si realmente tenía capacidades para trabajar con este colectivo y, al año siguiente, me dediqué a ampliar conocimientos y estudios», expone.

La trabajadora de San Cebrián valora positivamente la tarea que realiza con personas de edad avanzada o dependientes en el acompañamiento a actividades de la vida diaria, el ocio, las consultas sanitarias, etc. «El trabajo sociosanitario, por una parte, me aporta satisfacción personal y, por otra, conocer las historias de vida de la generación de la guerra y la posguerra civil en España», indica.

Al respecto, explica que lleva a cabo un servicio laboral completamente vocacional. «Te tiene que gustar trabajar con este colectivo y, a parte de la preparación precisa, tienes que tener habilidades sociales», explica.

A su vez, Dolores González alude a las facultades  que son precisas en su desempeño diario como la empatía. «Puedes tener muy buena formación, pero si no posees inteligencia emocional este tipo de trabajo no te será fácil realizarlo. La coordinación con el gestor de caso es básica, ya que nos entrevista tanto a los asistentes personales como a los usuarios con el fin de saber las necesidades que hay que cubrir, además de darnos apoyo ante cualquier dificultad o necesidad de equipos de protección individual (epis). Nos pone en contacto a las dos partes para conocernos y establecer una buena relación de confianza. Los asistentes pasamos a convertirnos en uno más de la familia», concluye.