El banquete eleva el precio de una Comunión a más de 3.400 €

César Ceinos
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Un estudio de la Unión de Consumidores destaca que la subida de la energía y la alimentación repercute en esta fiesta

Imagen de archivo de una procesión del Corpus en Palencia - Foto: Óscar Navarro

Organizar una Primera Comunión en 2023 sale, de media, unos 500 euros más caro que el año anterior. La principal causa de este significativo incremento en solo 365 días es el aumento del precio del convite, donde repercute directamente la subida del coste de la energía y de los alimentos.Aunque no es el único factor que contribuye a este gran aumento. Los trajes, en términos generales, también son más costosos que en 2022.
Así lo asegura la Unión de Consumidores de Palencia (UCE) en un estudio realizado ante la inminente llegada de estas celebraciones protagonizadas por escolares a lo largo y ancho de la provincia. Son  citas que, con el paso de los años, «se han convertido en minibodas donde los detalles son fundamentales y conllevan un gran desembolso económico». Por ello, después de contactar con profesionales y empresas de fotografía, ropa y restauración, estima que el precio medio de una comunión de un niño vestido de almirante esta primavera es de 3.496 euros, mientras que la de una niña con un traje de organza es de 3.538 euros. Y sin sumar el valor económico del regalo o el coste de los trajes de los familiares más cercanos, como los padres o los hermanos del joven que hace la comunión.

Calcula que el precio medio del cubierto en los restaurantes pasa de 50 a 65 euros por comensal adulto, por lo que un banquete de treinta invitados se elevará de 1.500 a 1.950 euros. Ante esta situación, la asociación de consumidores explica que muchas familias, por un lado, están optando por reducir invitados -en algunos casos de manera involuntaria porque las familias no son tan numerosas como antes- y, por otro,  están buscando otras fórmulas para reducir la factura de la celebración, como contratar un cátering en una finca o en la propia vivienda en vez de acudir a un establecimiento hostelero. En este caso, el precio por persona desciende hasta los 30 euros, siempre según los cálculos medios de la UCE.
El resto de servicios de la celebración no aumentan de manera tan agresiva. El servicio de fotografía que suele contratarse en la actualidad para inmortalizar el evento ronda los 500 euros, la animación infantil y un carro-mostrador de golosinas, los 350 euros, y los detalles a los invitados, los 150 euros. De este listado desaparecieron los recordatorios, que desde la UCE declaran que ya no son tan habituales como en el pasado, pero también pueden sumarse añadidos como un photocall o hinchables para los más pequeños.

TRAJES. El incremento de precios también se nota en la adquisición de los trajes que lucirán los protagonistas de la jornada. Entre las niñas, la opción más cara es, de nuevo, el vestido de seda, cuyo precio medio se eleva hasta los 572 euros, 41 euros más que el año pasado. En cambio, el de organza únicamente sube cinco euros hasta los 375. La opción más económica es el traje de calle, que, aún así, se encarece unos once euros, hasta los 165 euros. Por otro lado, muy similares serán los costes de los complementos. La peluquería femenina viene  a valer unos 50 euros; la diadema o corona de flores, unos 60 euros; la bolsita o limosnera, unos 36 euros; los guantes, en torno a 12 euros y los zapatos, unos 55 euros.
En los niños, el traje de almirante, el más caro, cuesta unos 423 euros, trece más que en 2022. El de marinero es que experimenta una subida más alta, ya que el precio medio asciende hasta 360 euros, 60  más. La opción más barata será la chaqueta y camisa, que cuesta unos 150 euros, 31 más. Como ocurre con las chicas, el resto de complementos y servicios no sufrirán grandes cambios. La corbata o pajarita tendrá un coste de 20 euros; el cordón,  30 euros; la peluquería,  18 euros y los zapatos, 55 euros. Respecto a los años anteriores, están desapareciendo de la lista de compras objetos como el rosario o la Biblia especiales para la ocasión.

Desde la UCE explican que, en este caso, algunas familias palentinas están apostando por utilizar un traje de calle para que puedan usarlo en otras ocasiones en vez de los tradicionales del día de la Primera Comunión, aunque es más habitual en niños que en niñas, que son  fieles al «clásico traje con cancán». Pese a ello, la asociación de consumidores asegura que «la recomendación del traje de calle se ha extendido por las parroquias a través de los catequistas». Además, existen otras vías para ahorrar dinero en esta celebración, como alquilar el traje o comprarlo de segunda mano a través de Internet.

 

629 primeras comuniones en la provincia en 2022

Las iglesias de la provincia fueron  testigo de 629 primeras comuniones durante el pasado año, según los datos provisionales de la Diócesis de Palencia. Son, prácticamente, un centenar menos que en 2021, cuando fueron 762 los jóvenes que recibieron este sacramento. En 2020, entre las limitaciones de aforo por la pandemia de coronavirus y las normas para evitar la propagación del mismo, la cifra fue de 664. 

A diferencia de las bodas católicas, donde sí se experimento un importante descenso por motivos sanitarios (llegándose a producir el caso de aplazamientos al año siguiente), el número de comuniones no se resintió porque estas citas protagonizadas por niños se fueron desarrollando durante varios meses de forma escalonada en los templos.

De hecho, el número del fatídico 2020 fue superior al registrado en 2019, el previo a la pandemia. En aquella ocasión, únicamente 574 escolares  cumplieron con el rito de la Iglesia Católica. En los años anteriores, los números fueron más elevados. En 2018 hubo 1.052 y en 2017, 865.