Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Alguien dijo…

22/10/2023

«La primera norma para prolongar la vida es conservarla»  Que la esperanza de vida aumenta para disgusto de ciertos legisladores, es un hecho.  Se quejan y dicen algo así como creciendo en edad pero menos en población absoluta; situación, de la que no tenemos responsabilidad alguna. Estamos aquí y es nuestra vida. También el Gobierno recauda más y hace menos. Nos atribuyen que en un futuro cercano habrá menos trabajadores para mantener a más jubilados. Pero los mayores no tienen culpa alguna de que no nazcan más niños. La crisis económica, robots, educación a la baja, inseguridad laboral y en especial la política, paralelamente lleva  a las parejas a tener menos hijos y en ello, también influye el legítimo derecho unas veces y, otras por imperiosa necesidad  a que muchas mujeres tengan que trabajar fuera de casa. También el miedo a las guerras, las carencias en algunas zonas, problemas familiares, como la dificultad de encontrar un techo son factores incidentes que condicionan esa necesidad. Pero por contra de lo que se dice, la gerontología precisa de no pocos expertos y variados profesionales de probadas aptitudes. Si se lleva bien y no todo es negocio, para desarrollar la asistencia adecuada al nivel necesario que se exige para las personas de edad puede generar muchas nóminas que llevar a casa al tiempo, que se incorporan otras disciplinas como las habilidades técnicas sin excluir la flexibilidad, pues son varias y básicas las que requiere este colectivo. Y a otro nivel, no hay que obviar que una gran dosis vocacional es lo que lleva a canalizar el tacto y la delicadeza humana. 
El trato con las personas mayores, no exige  infantilizarlas, sino de total normalidad y cada cual en la fase en que se encuentre con sus posibilidades y características, necesidades e idiosincrasia, estilo de vida y tipologías, sufrimientos, soledades, esperanzas y servicios inspirados de  forma comunicadora en ideas para este amplio campo. Y para finalizar, viendo siempre detrás del mayor a la persona; dándose y dando sentido a la existencia en la búsqueda de la cantidad y calidad de vida que esa es, la cuestión en su conjunto.