El hecho de vivir en la denominada aldea global, no supone necesariamente que las soluciones a los problemas generales sean únicas o compartan identidad. Porque las cuestiones no afectan a todos por igual y dependen de numerosos factores, que van desde la idiosincrasia del país o la región del planeta de que se trata, a sus recursos, su peso específico en la economía y en la geopolítica. La época del año, las fluctuaciones y vaivenes productivos y bursátiles, los movimientos de los mercados locales y los usos, costumbres y capacidad adquisitiva de la gente. 

Es lo que sucede, por ejemplo y de manera más que evidente, con la producción y el consumo energéticos. Así, frente al problema generalizado de sus altos costes, con la correlación en las facturas que pagan ciudadanos y empresarios, sumado al de la escasez y los niveles de contaminación de algunos combustibles, como el petróleo y el carbón, que aconsejan un cambio paulatino a las alternativas más naturales, cada país responde de una manera. 

Unos van más rápidos en materia de descarbonización y de combinación de distintas fuentes energéticas; otros se mantienen fieles a la nuclear; en algunos, con bastantes menos horas de sol que España, están sin embargo mucho más adelantados en su utilización energética, mientras que en regiones pobres o en vías de desarrollo, aún predominan los combustibles fósiles. Vamos, que cada país, cuando no cada región, va a lo suyo, conservando o cerrando minas y centrales térmicas, reduciendo o incrementando la instalación de aerogeneradores y de paneles solares o propiciando y poniendo cortapisas a los vehículos eléctricos y a los biocombustibles.

 También son diversos los planteamientos de la población a la hora de elegir un tipo de calefacción, aunque hay que subrayar el incremento de la generada por energía solar en detrimento del gas, aunque en el caso español esta última siga siendo la mayoritaria. En un año, la provincia de Palencia ha duplicado el autoconsumo fotovoltaico, a razón de casi  dos nuevas instalaciones cada día. Más allá de la concienciación sobre el cuidado del medio ambiente, la conservación del planeta y la reducción de gases contaminantes para frenar el calentamiento global, que también contribuyen a este cambio de paradigma, las razones del notable incremento hay que buscarlas en un abaratamiento de las instalaciones de paneles solares y en la desaparición del denominado Impuesto al Sol, además de en la mejora de la red.

En este sentido, la distribuidora de Iberdrola en Castilla y León, subraya que han robustecido su red para operar sin saturación ni sobrecarga. Aseguran además que es el momento del autoconsumo y aunque Palencia todavía está en el sexto puesto del ranking regional, lo cierto es que en solo cuatro meses ha sumado 207 equipos y que el global es ya de 677 en unifamiliares y bloques de pisos.