Un verano sin cobertura

O. H.
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Vecinos de Boadilla del Camino se quejan de los constantes fallos en las comunicaciones con 15 días de inoperancia en julio y agosto

En Boadilla del Camino los peregrinos encuentran un remanso de desconexión. Apenas una compañía presta servicio... y lo hace con un nivel de fallos tan elevado que, como aseguran algunos vecinos, «es como que no hay conexión». Para los que están de paso puede ser una anécdota, pero no así para quienes viven o veranean en esta localidad. Para ellos ya es un perjuicio, grave incluso para algunos de ellos. «Ahora, que estamos tan acostumbrados al teléfono, que falte uno o dos días es un problema», confiesa una vecina.

En lo que va de verano, la conexión por red móvil ha fallado en 15 días en julio y agosto. «Han sido 10 días una vez y otros cuatro ahora», puntualiza un vecino harto de la situación, porque en la mayoría de los casos se trata de una desconexión total. «Casi nadie en el pueblo tiene red fija. Todo el que ha puesto Internet en casa ha tenido que ser a través de la red 3G y, por tanto, los fijos de casa también van con esa tecnología». Así que al no funcionar el repetidor de la localidad, solo los que siguen con el cobre de toda la vida tienen teléfono. «Y no son muchos. Hay quien incluso lo tiene por satélite», añade el vecino.

Para el alcalde de la localidad esta situación «es una vergüenza». «No solo ha sido este verano. Las pasadas Navidades también. Nos quejamos, les dijimos que no serían capaces de cobrarnos el mes cuando nos habían tenido sin cobertura, pero nos lo cobraron», se queja Ricardo Román.

«No sé si servirá de algo, pero la queja que entonces hicimos por teléfono, el jueves la haremos por escrito, cuando venga el secretario», avanza el regidor, que anima a los vecinos a «seguir quejándose» a la empresa de telefonía que presta servicio en la localidad. Además de los cortes totales, «ahora en casa no hay cobertura a pesar de tener el repetidor en el pueblo, y hay que salir a la calle para hablar», añade Román.

«Y las conexiones no son para nada seguras. Se corta, no puedes hablar, por no entrar en la conexión para Internet, que es lenta y que para nada ayuda a los negocios, las empresas y la gente para quedarse en el pueblo», protesta otro vecino. «Mira, hemos tenido suerte, hemos podido hablar ahora», bromea desde el otro lado del teléfono.