OPINIÓN.- Quiero hacerme eco de todas las voces que escuché en la semana donde la sociedad internacional decidió agenciar el Día Internacional del Cáncer de Mama.
Leí y escuché voces sobre la idoneidad o no de hacer visible la crudeza de la enfermedad en detrimento de la imagen un tanto romántica, esperanzadora e idílica de esa positividad impostada que desde algunos sectores, abanderados por el rosa frivolizan el día internacional del cáncer de mama.
Esto despertó en mí una creciente sensación agridulce donde la tristeza fue dando paso a la incomprensión. El rosa. sin duda, es más que un color.
El rosa representa la lucha y el compromiso social del conjunto de la sociedad; es mucho más que un mero símbolo o un simple decorado. Es la visualización de la lucha de mujeres, de hombres, de familias que desde el más absoluto anonimato habiendo sufrido o no la enfermedad en primera o tercera persona, dan visibilidad al compromiso personal y social.
Hacen evidente al resto de la comunidad que todavía nos queda mucho por hacer.
Sin embargo, la respuesta a las acciones que muestran este compromiso por parte de la gente de las diferentes asociaciones, agrupaciones o colectivos siempre emitidas desde el más absoluto respeto no siempre son recibidas con gratitud. 
Cada cual desde sus posibilidades y capacidades en este día, semana, mes y años aportan una gotita rosa. Diferentes reivindicaciones que en algunos casos se tildan de lúdicas o frívolas, pero siempre realizadas desde el altruismo con un alto componente solidario. 
Cada gotita rosa permite llamar la atención, visibilizar la enfermedad, sensibilizar y concienciar sobre la importancia de los programas de prevención, de la necesidad de im sistema sanitario aún más grande y eficiente de la formación de nuestros profesionales, de la importancia de la investigación y por último del gran apoyo económico e institucional que se requiere, porque no olvidemos que ésta es una lucha transversal. 
En definitiva este día Rosa nos obliga cada año a hacer balance de lo que hemos conseguido y de lo que todavía tenemos que conseguir, también nos sirve como termómetro social para analizar y evaluar la implicación de determinados estamentos sociales, políticos, económicos e institucionales. La Asociación Española contra el Cáncer aprovecha este día para instar a nuestros representantes políticos y a las administraciones públicas de nuestra provincia a que cumplan su compromiso sobre la implementación de centro de radioterapia en Palencia y que no se quede en una simple promesa.
Pone en marcha unas jornadas de concienciación en Atención Primaria sobre la importancia de las campañas de screening en la detección precoz de determinados tipos de cáncer y llama la atención sobre la verdadera arma para neutralizar el cáncer: La investigación.
Para avanzar en este campo no basta con la existencia de un buen profesional sanitario sino que necesitamos una red de apoyo económico que lo mantenga y esto lo aporta la Fundación Científica de la AECC, que trabaja ya, desde hace cincuenta años sobre la base, formando a profesionales, apoyando proyectos y fomentando la colaboración de nuestro científicos en importantes líneas de investigación internacional. Nuestra Fundación Científica tiene como objetivo principal avanzar en la investigación generando recursos y herramientas que aceleren la obtención de nuevas terapias.
Resumiendo y siempre desde mi más humilde opinión el Día Internacional del Cáncer de Mama nos permite seguir divulgando la realidad de esta enfermedad trabajando en consolidar y reivindicar el compromiso económico, social y sanitario.
…Más que un color.