Salieron el martes a las 14 horas, y ayer, tres días después a la misma hora, emprendían el viaje de retorno a Paredes con el objetivo cumplido: recoger primero en Ostrava (Chequia) y luego en la ciudad polaca de Katowice a familias ucranianas, en total diez mujeres y seis niños, que huyen de la guerra tras la invasión rusa. Enrique y José Luis, miembros del proyecto Arraigo -que ha logrado asentar varias familias en el municipio terracampino- ocupan una de las tres furgonetas turnándose al volante para sumar 6.000 kilómetros ida y vuelta. En los otros dos vehículos, llenos de esperanza para que el conflicto bélico dure lo menos posible, conducen cargados de refugiados Vitali, Nicola, Dimitri y Bogdan, dos de ellos residentes en Paredes con sus familias ucranianas y el resto procedentes de Madrid, desde donde finalmente se sumó una cuarta furgoneta que tuvo que desviarse a Praga (Chequia) para recoger al resto de personas previstas que no pudieron llegar a Polonia.
«Vamos con seis niños, uno de ellos bebé, no hay prisa y previsiblemente, si todo va bien, estaremos en Paredes el domingo por la mañana con las paradas que sean necesarias. Lo haremos sin pernoctar al contar con los conductores necesarios para realizar el trayecto de un tirón», explicó ayer a Diario Palentino en plena ruta Enrique Martínez, del proyecto de repoblamiento rural Arraigo.
Antes de partir se han llevado los abrazos y sonrisas cómplices de las familias de acogida, cuando han podido coincidir en las comidas, y compartido con los conductores ucranianos nacionalizados que residen en Madrid el horror que están viviendo sus familiares.
«Estamos muy contentos y satisfechos porque el equipo ha funcionado con nuestros compañeros de Ucrania. No pensábamos que íbamos a poder volver tan rápido con las familias de refugiados. Podíamos haber traído a diez veces más de personas, pero no disponíamos de más coches. Las familias que vienen estaban en nuestra base datos del proyecto y se logró contactar con ellas. Todo se está desarrollando muy bien y hemos tenido mucha suerte», agrega.
Cuatro adultos y dos menores ocupan la parte trasera de la furgoneta que también conduce José Luis Cosio. «Tenemos una pequeña sorpresa en el viaje. Una de las niñas cumple ocho años y dos compañeros han comprado una tarta y la verdad es que es todo un detallazo», concretó, al tiempo que recordó que la dulce onomástica de la viajera se celebrará hoy.
Por su parte, en Paredes de Nava ya está todo preparado para recibir a la comitiva ucraniana y acogerla con la máxima comodidad. «Contamos con dos viviendas, una del Ayuntamiento y otra cedida por un vecino que ya se están equipando, a las que se suman otra que ofrece una vecina. Los ucranianos que residen aquí reciben un aluvión de llamadas y la gente se vuelca para que las familias tengan todo lo necesario. También el propietario de una vivienda más en Villatoquite está dispuesto a habilitarla si fuera necesaria. Hay empresas que nos han proporcionado mantas o juegos de toallas y otros enseres. Todo el mundo se está volcando», dijo el alcalde, Luis Calderón.