El Picasso invisible

J.Villahizán (SPC) - Agencias
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El genio malagueño es el autor más preciado entre ladrones y traficantes de arte, un sector ilícito que atesora tantos cuadros como un museo, 1.150

'La cabeza', localizado recientemente en Bélgica - Foto: Parquet of Namur/Handout via REUTERS

El gran genio malagueño es el pintor más robado -y también más falsificado- del planeta. Con una extensa y prolífica obra por todo el mundo (más de 13.000 pinturas firmadas por él), Pablo Picasso es, y con mucho, el artista al que le han sustraído más obras, hasta un total de 1.147, según el último listado elaborado por la empresa The Art Loss Register (Registro de Arte Perdido), con sede central en Londres y que colabora con la Policía y otras instituciones para tratar de localizar el arte robado o extraviado que ha pasado a formar parte del mercado negro.

No en vano, hace apenas unos días, las autoridades belgas localizaron un Picasso, concretamente el óleo La cabeza (1971), en un sótano de Amberes junto a un Chagall (El hombre en oración). Se trataba de dos cuadros robados en 2010 en Israel a un coleccionista de arte con residencia en Tel Aviv. En el momento, de la sustracción, hace 14 años, los dos cuadros estaban valorados en cerca de un millón de dólares.

El segundo pintor más robado del mundo es el artista moderno estadounidense Nick Lawrence, que tiene 557 obras desvalijadas. Se da la curiosidad de que la mayoría de ellas desaparecieron de una sola vez en 2004 cuando los cuadros se trasladaron de su estudio en el centro de Boston a una nave acondicionada para albergar arte. Nunca llegaron a su nuevo destino.

Tras Picasso y Lawrence se encuentra el ruso-francés Marc Chagall, que cuenta con 516 piezas robadas. Karel Appel, el pintor y escultor holandés, ocupa el cuarto lugar con 505 piezas robadas, justo por delante de Salvador Dalí con 504. 

El documento de Registro de Arte Perdido incluye a otros artistas como Henri Matisse, con 205 obras faltantes, Rubens con 169, John Constable con 155 y Thomas Gainsborough con 97, entre otros muchos.

En el 'top' mundial

Noah Charney, un reputado experto en delitos y obras de arte, explicó en una ocasión que el interés por robar y falsificar Picassos surgió en la década de los 60, cuando los ladrones de arte se interesaron por el creador malagueño a través de la televisión, ya que fue ese medio de comunicación quien empezó a interesarse por los pintores más cotizados del momento, que no eran otros que Picasso y Cézanne. A partir de ahí, los robos se multiplicaron.

Precisamente, su posición entre las filas de los artistas más rentables del mundo, junto con Vincent Van Gogh y Andy Warhol, sigue siendo inexpugnable, como lo asegura una de sus últimas subastas, la celebrada en la casa Sotheby´s de Nueva York el pasado noviembre, donde se vendió el cuadro Femme à la montre (La mujer del reloj) por 130 millones de euros.

Pero su pintura más cara sigue siendo Les Femmes d'Alger (Versión 0), de 1955, que fue comprada por la enorme suma de 160 millones de euros en 2015, probablemente por la familia gobernante Al Thani de Qatar.

Este atractivo negocio suele atraer, como asegura el detective Ian Lawson, del departamento de Arte y Antigüedades de la Policía metropolitana de Londres, a dos tipos de delincuentes artísticos: los ladrones que se encuentran con buenos cuadros cuando irrumpen en una casa de un millón de euros y los que roban por encargo.

Además, se da la circunstancia que el arte es más fácil de llevar al extranjero, porque los funcionarios de Aduanas -asegura el investigador- no suelen sospechar que una pintura haya sido robada, sin embargo, si el pasajero porta armas o drogas es arrestado inmediatamente.

Por esta y otras razones, tan solo se recupera el 10 por ciento de las piezas sustraídas y algunas de ellas pasan a ser modelos para copias falsificadas que son puestas a la venta en el mercado como si fueran auténticas. 

Con un historial como este, no sorprende que Pablo Picasso y su obra sean de los más buscados, tanto en el mercado legítimo como en el negro.

 

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