Rafael Monje

DE SIETE EN SIETE

Rafael Monje

Periodista


No siempre enseñar es educar

24/01/2024

Sabido es que Castilla y León lidera en España la capacidad del alumnado en matemáticas, lectura y ciencias. Son las tres competencias analizadas en el último informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes) que evalúa el rendimiento académico de los alumnos con edades comprendidas entre los 15 y 16 años y que revisa el sistema educativo entre los 80 países de la OCDE.

La comunidad de Castilla y León saca pecho de los logros y ofrece exportar su modelo educativo "de éxito" al resto de España. Todo ello al hilo del reciente pronunciamiento público hecho, a bombo y platillo, por el inefable Pedro Sánchez, quien en la última convención de su partido, celebrada el pasado fin de semana en A Coruña, anunció que en los próximos Presupuestos Generales se incluirá una partida de 500 millones de euros para reforzar las asignaturas de Lengua y Matemáticas. Una partida con la que se pretende endulzar el suspenso que el mismo Programa endosa a escala nacional a nuestra calidad de enseñanza.

Al margen de los mensajes de distinta procedencia ideológica, en los que lamentablemente siempre subyacen intereses políticos y electorales, lo cierto es que una gran parte de la ciudadanía detecta carencias en el sistema educativo español. Por suerte, esta es una cuestión considerada de vital importancia por parte de la opinión pública, ya que una buena formación es intrínsecamente proporcional a la mayor integridad moral de la sociedad, paso inexcusable y pilar fundamental para conseguir el resto de los logros. Por eso mismo no siempre enseñar es educar, porque, además de aprender a sumar y a deletrear con corrección nuestro rico vocabulario, el sistema educativo imperante debería abrirse a conocimientos complementarios y, sobre todo, pragmáticos. Y tampoco vendría mal incorporar alguna materia que ponga el acento en los niveles de actitud personal por encima de aplaudir lo simplemente memorizado sin saber ni por qué ni para qué.

Confiemos en que las autoridades educativas también aprendan esta lección.