La Junta de Castilla y León destina más de 1,6 millones a la conservación preventiva, rehabilitación y repintado de cuatro viaductos integrados dentro del trazado de la A-231 -denominación técnica de la vía de alta capacidad-, la autovía del Camino de Santiago, que une las ciudades de Burgos y León, discurriendo buena parte de ella a través de la provincia de Palencia.

Esta actuación se integra dentro del plan de mantenimiento de la red autonómica de carreteras, más en concreto en el ámbito destinado a la preservación de puentes, y se centra en las infraestructuras construidas para salvar el curso de los ríos Carrión, en el entorno de la localidad palentina de Carrión de los Condes, y Pisuerga, en el de la burgalesa de Melgar de Fernamental, según ha explicado la Administración autonómica. Las obras en estas cuatro estructuras metálicas, que fueron construidas entre los años 2002 y 2003, se establecen en cinco fases diferentes.

La primera de ellas consiste en la adecuación de accesos, montaje de andamios y elementos de protección tanto en el propio puente como en los entornos.

En segundo lugar, está contemplada una protección anticorrosiva, consistente en el lavado con agua a presión y chorreo de arena de sílice para eliminar el revestimiento preexistente.

A continuación, una capa de imprimación a base de resina 'epoxi' enriquecida con zinc, otra de impermeabilización y una última de poliuretano de altas prestaciones para proteger el metal de los rayos ultravioletas y las inclemencias meteorológicas.

Con ello se consigue una "alta durabilidad", prefijada entre los 15 y los 25 años, y una resistencia a la corrosión extrema, similar a la de los barcos. En tercer lugar, el proyecto recoge la sustitución de las juntas de dilatación de los tableros. Posteriormente, la recolocación y sustitución de los apoyos de neopreno y, finalmente, la impermeabilización de las juntas entre zócalo y viga metálica o entre zócalo y losa de hormigón.

Para finalizar, hay que reseñar que las actuaciones en estos viaductos, que cuentan con una longitud aproximada de 160 metros y tienen diferente tipología (celosía y arco), se encuentran a punto de finalizar en el caso de los ubicados en la provincia palentina, mientras que en la de Burgos han arrancado hace escasas fechas.