Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


El círculo se estrecha

23/08/2023

Una vez que las futbolistas campeonas del mundo han recibido el agasajo de la ciudadanía por su éxito en Sidney, que han sido recibidas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que serán reconocidas con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, y aunque tendrán que esperar a ser recibidas en audiencia Por el rey Felipe VI, dentro de varias semanas, ocupado como está en designar un candidato a la investidura para formar gobierno, es el momento de poner todos los focos sobre el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales por su nefasto acto de besar en la boca a la futbolista Jennifer Hermoso, a su juicio en un gesto de camaradería que la futbolista rechazó de inmediato. 

Luis Rubiales, según prestigiosos juristas y la Delegada del Gobierno por la Violencia de Género, Victoria Rossell, podría haber cometido un acto presuntamente constitutivo de delito. En pocas ocasiones y ante un auditorio mundial, se podía haber demostrado de forma más fehaciente la importancia del eje central de la ley de libertad sexual, el "solo sí es sí", el consentimiento, cuando está en juego la libertad y la dignidad de una persona. Si a eso se añade que Rubiales es el "jefe" de la deportista besada, se da un agravante de abuso de autoridad, y cada vez son más las voces que se alzan para que el ministerio fiscal actúe de oficio. 

Ante una acción tan denigrante que ha ido acompañada de ofensivas justificaciones en un primer momento, y a la vista de la reacción adversa a sus palabras, de unas nuevas justificaciones y reconocimiento de su error, que no han hecho, sino empeorar el juicio que merece su acción y que van en la línea de sostenella y no enmendalla y de anclarse en el cargo que ocupa, no debe quedar otra alternativa que su despido, su cese por el Consejo Superior de Deportes, si no presenta la dimisión

Y todo ello por varios motivos: el primero, la presunta comisión de un delito por una autoridad pública; el segundo, haber hurtado el protagonismo a las futbolistas que ganaron con todo merecimiento el Campeonato Mundial de Fútbol Femenino, que es un hito conseguido en apenas una década y con el que se reconoce el trabajo de las generaciones anteriores que no tuvieron ningún tipo de ayudas y comprensión; el tercero, porque sus disculpas suenan hueras y poco creíbles y sinceras; cuarto, porque no es la primera vez que mantiene actitudes discriminatorias con futbolistas que han ganado un título; quinto, por no saber guardar la compostura y saltarse el protocolo y las normas de urbanidad, y sexto, retrotrayéndose a épocas pasadas, por algunas de sus decisiones, actuaciones  y relaciones que han estado rodeadas de la polémica, algunas de ellas se encuentran bajo investigación en los juzgados.