Cuando la 'sustancia negra' palidece

Esther Marín
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Se estima que esta patología afecta a unos 350 palentinos y a 150.000 personas en toda España

La Enfermedad de Parkinson (EP) es una patología neurodegenerativa del sistema nervioso central que afecta el área encargada de coordinar la actividad y tono muscular y los movimientos. Se estima que afecta a 150.000 personas en España, a más de 10.000 en Castilla y León y unas 350 en Palencia.

Esta alteración neurodegenerativa, la segunda más frecuente, es de causa desconocida y de curso crónico y progresivo. La EP se manifiesta cuando unas células en el área del cerebro denominada sustancia negra, dejan de funcionar y mueren. Estas células son las responsables de producir una sustancia llamada dopamina, un aminoácido que actúa como neurotrasmisor, es decir, que es capaz de transportar información desde un grupo de neuronas a otro a través de mecanismos químicos y eléctricos.

Como consecuencia de la degeneración de la sustancia negra disminuyen los niveles de dopamina y aparecen los trastornos característicos de la enfermedad.

Descrita por primera vez en el año 1817 por el médico inglés James Parkinson,  no se conoce con exactitud la causa de esta enfermedad, que afecta por igual a hombres y mujeres. Se especula con el origen ambiental de la enfermedad y las últimas investigaciones hablan de un posible origen multicausal: predisposición genética, factores ambientales, oxidación celular, radicales libres… La enfermedad se inicia muchos años antes de que se noten los síntomas, que a veces son muy suaves, y por eso se tarda en diagnosticar.

Los profesionales coinciden en destacar que la enfermedad ahora se conoce más y se diagnostica antes. Lo ideal sería poder detectarla antes que los síntomas, pero eso es imposible.

Afortunadamente, los médicos de Familia conocen cada vez más la enfermedad y pueden detectar los síntomas antes, por lo que remiten a los pacientes a los especialistas para su tratamiento.

En el Complejo Hospitalario de Palencia trabajan en la actualidad cinco neurólogos que atienden ae estas personas. Además del tratamiento farmacológico, estos profesionales se encargan de trabajar con los pacientes en otros aspectos como el cambio de hábitos o el estilo de vida.

Hasta el momento tan sólo se dispone de tratamientos sintomáticos, la mayoría de los cuales tienen como objetivo prioritario ayudar a mejorar la acción de la dopamina o potenciar su formación en el cerebro. El tratamiento de este conjunto de fármacos puede ser oral, dérmico, subcutáneo y/o intraduodenal.

Hasta ahora, la levodopa ha sido el fármaco de primera elección. Se utiliza desde la década de los 60 y es el tratamiento sintomático más eficaz en estos momentos para la Enfermedad de Parkinson, al reponer los niveles de dopamina.

Además, si se hace una correcta selección de pacientes, la cirugía puede ser una alternativa eficaz.

concienciar. Desde la Federación Española de Parkinson se indica que  la escasa atención que han prestado las autoridades sanitarias de todo el mundo a un problema de creciente impacto sociosanitario ha animado a las asociaciones de afectados, en colaboración con la OMS, a promover nuevas iniciativas que sirvan para concienciar a toda la sociedad sobre este problema.

El 11 de abril -coincidiendo con el aniversario del nacimiento del doctor James Parkinson- se celebra el Día Mundial de la Enfermedad de Parkinson, con el que se pretende concienciar y sensibilizar a la población sobre la trascendencia y las consecuencias de este trastorno neurodegenerativo.

En 2002 nació la Asociación Palentina de Parkinson, cuyo principal fin es ayudar a los enfermos y a sus cuidadores, dotándoles de estrategias para mejorar la calidad de vida de los afectados.

En estos momentos hay 42 socios en el colectivo, «una cifra que representa el 15% de los afectados palentinos, por lo que animamos a todo el que quiera a que pierda ese miedo y venga a conocernos, que se beneficie de las terapias de que disponemos y que nos ayude a hacer más visible la enfermedad», señala el presidente de la Asociación palentina, Fidel  del Diego.

En su opinión, lo primero que debe hacer un paciente de Parkinson es conocer la enfermedad, algo que tiene que extenderse a su entorno.

«Afecta a personas de distintas edades, incluso hay zonas de España que tienen pacientes de 15 años, por lo que todos debemos conocer un poco de qué estamos hablando y que las Administraciones nos apoyen en este trabajo», destaca Fidel del Diego.

El colectivo celebra sesiones muy variadas para mejorar su calidad de vida y mantenerse en las mejores condiciones. Todas las semanas hay clases de logopedia, psicomotricidad, psicología o fisioterapia, además de jornadas de convivencia y encuentro.

«Aquí no se cura a nadie, pero con estas estrategias se puede mejorar el estado general y compartir inquietudes, pensamientos y aficiones con otras personas y con sus familias», insiste el responsable de la Asociación Palentina de Parkinson. Del Diego, que reconoce que se ha avanzado mucho en el aspecto farmacológico, espera que la investigación «siga creciendo».

El colectivo palentino, que se está integrando en la Federación de Parkinson de Castilla y León espera que, en un breve espacio de tiempo, pueda disponer de un local más amplio para desarrollar sus actividades y poner en marcha los variados proyectos que tienen en mente para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad y la de sus familias.