Fantasía para hacer frente a la realidad

Europa Press
-

Bayona presenta en Sitges 'La sociedad de la nieve', en la que se da por primera vez «voz a los muertos» de la tragedia aérea de los Andes

Fantasía para hacer frente a la realidad - Foto: Siu Wu

El cine fantástico, considera Juan Antonio Bayona, es la forma «más verdadera de contar la realidad». Así lo defendió ayer en Sitges, durante la presentación en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña de su última película, La sociedad de la nieve, cinta elegida para representar a España en los Oscar.

El director revisa la tragedia de los Andes, en la que el avión de un equipo uruguayo de rugby se estrelló en 1972 cuando se dirigía a Chile y refleja la situación de los supervivientes en condiciones extremas. La película se estrenará en cines en diciembre y llegará a Netflix el 4 de enero, se proyecta en Sitges fuera de concurso.

Bayona explicó que cuando se reunió con los supervivientes tuvo la sensación de que querían que la película se hiciera más que incluso él, a pesar de llevar trabajando en este proyecto una década, y consideró que una de las razones puede ser que en esta versión también se otorga «voz a los muertos».

En el pase para las familias de los supervivientes y desaparecidos, el director relató que a través del proceso de inmersión, empatía y encontrar la verdad que plantea el filme «hizo que mucha gente, tras 50 años, entendiera al otro. Es muy importante en el cine meterse en la piel del otro».

Uno de los asuntos más espinosos sobre los que siempre se ha hablado en este suceso es el canibalismo al que tuvieron que recurrir los supervivientes. Pese a todo, al cineasta no fue el tema que más le impactó al leer el libro de Vierci, afirmó. Por ello, buscó la mejor manera para acercarse, y remarcó que a él lo que más le sugestionó es «lo grande que es la historia en todos los sentidos».

De hecho y a pesar de que se rodaron 600 horas de metraje, los fragmentos más escabrosas sacaban de la narrativa pese a que en todo momento «la intención fue no dulcificar la historia». Incluso se rodó cómo cortaban o rasgaban el calcio de los huesos, partes que en el montaje fueron cayendo porque «eso era irse por las ramas» cuando la película iba por otro lado.

Bayona, que habló con el psicólogo que entrevistó a los supervivientes tras el rescate, defendió ante los medios ayer en Sitges que el mismo le dijo que lo que hicieron en la montaña este grupo de supervivientes fue «bloquear una parte de su cerebro» y que las imágenes que explicaron eran más fuertes que las que aparecían en los libros.

Precisó, además, que pese a que los personajes reales eran muy religiosos, buscó una forma de contar la historia de forma inclusiva sin limitarla al hecho religioso, haciendo «una lectura espiritual del acto de entrega».

Dificultades

Para sacar adelante el proyecto, el catalán se encontró con todo tipo de complicaciones: la dificultad de rodar en castellano (idioma materno de los protagonistas de la historia real) una película en Hollywood; la búsqueda de actores al desdibujarse el tono cuando se recurría a caras conocidas; o las propias limitaciones que produjo la pandemia, con diferentes cuarentenas en hoteles y emplazamientos.