Una fábula indestructible

SPC
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El clásico de la literatura estadounidense 'La leyenda de Sleepy Hollow' vuelve a reinventarse en Edelvives a través de la mirada del ilustrador Antonio Lorente

Detalle del fantasmal Jinete sin Cabeza

Terror y romanticismo en un valle encantado del noreste de EEUU cuyos habitantes viven atemorizados por las historias de fantasmas que inundan el lugar, en especial por la del espectro del Jinete sin Cabeza, un espíritu de un soldado hessiano. Los hessianos eran una especie de mercenarios alemanes que lucharon junto a las tropas británicas en la guerra de Independencia de Estados Unidos, en pleno siglo XVIII.

Esta es la historia resumida del popular y conocido relato de Washington Irving, La leyenda de Sleepy Hollow, una mezcla de terror gótico y fino sentido del humor.

Ahora, la editorial Edelvives vuelve a reinventar esta leyenda clásica de la literatura estadounidense con unas atractivas y sorprendentes ilustraciones de Antonio Lorente que aportan, más si cabe, un ambiente cadavérico a un texto ya de por sí repleto de pavor y atrocidad.

Detalle del fantasmal Jinete sin CabezaDetalle del fantasmal Jinete sin CabezaLa fábula comienza con la llegada de Ichabod Crane, un humilde maestro de escuela, a Sleepy Hollow. El singular profesor desconoce que este remoto valle está plagado de historias fantásticas y sobrenaturales que afectan a todos los habitantes y visitantes del lugar.

A pesar de que pronto recibe el reconocimiento de la comunidad, el protagonista también se verá poco a poco contagiado por la atmósfera supersticiosa del lugar. 

Sobre la tierra parece flotar una esencia somnolienta y soñadora que impregna el ambiente. Hay quien dice que el lugar fue embrujado por un pomposo charlatán alemán durante los primeros días del asentamiento holandés en la conquista de EEUU; otros creen que un anciano jefe indio convocaba allí a las distintas tribus de la zona antes de que el capitán Hendrick Hudson descubriera la región. Lo cierto es que el lugar aún continúa bajo el influjo de algún tipo de brujería, que les sorbe el seso a las buenas gentes, haciéndolas caminar en un ensimismamiento continuo. 

Además, se entregan a todo tipo de creencias maravillosas, entran en trance y tienen visiones, y con frecuencia sufren extrañas alucinaciones, y oyen música y voces en el aire. En toda la vecindad abundan leyendas locales, lugares embrujados y supersticiones crepusculares; las estrellas brillan y los meteoritos destellan con más frecuencia a lo largo del valle que en cualquier otra parte.

Sin embargo, el espíritu que domina y atormenta a esta región hechizada, y que parece comandar todos los poderes del aire y de la tierra, es una figura sin cabeza a lomos de un caballo que aparece y desaparece a su antojo ante los ojos aterrorizados de sus humildes habitantes.

Un registro onírico

Washington Irving (1783-1859) fue un destacado escritor estadounidense muy influenciado desde joven por las costumbres holandesas de Sleepy Hollow y las historias sobrenaturales que contaban sus residentes. Su primera publicación tuvo un éxito inmediato y le empujó a dedicarse definitivamente a la literatura. Publicó en siete entregas The Sketch Book of Geoffrey Crayon, donde se encontraba uno de sus relatos más famosos: La leyenda de Sleepy Hollow. 

El ilustrador de éxito Antonio Lorente aporta su brillante genio retratístico a los protagonistas del relato. En este nuevo trabajo adopta un registro más oscuro y onírico para recrear de manera excepcional la particular atmósfera sobrenatural y misteriosa de la obra.

Licenciado en Bellas Artes, se dio a conocer al gran público con Genios (traducido al italiano y al ruso) y consolidó ese éxito con Peter Pan y Ana la de Tejas Verdes. Se ha hecho un nombre por la mirada tan personal que aporta a los retratos, cargados de realismo y rasgos del arte pop. En Edelvives también ha ilustrado grandes clásicos estadounidenses como Las aventuras de Tom Sawyer y Mujercitas

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