El gasto de las bajas por nacimiento crece levemente en 2023

César Ceinos
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La Seguridad Social destinó a la provincia 8,72 millones de euros, que se repartieron entre 1.243 progenitores

Imagen de archivo de una mujer conduciendo un carrito de bebé - Foto: Rueda Villaverde

Más dinero público del que se beneficiaron los progenitores de los palentinos recién nacidos y de los niños adoptados pese a que se registraron menos prestaciones por nacimiento y cuidado del menor en la provincia. Este es, en líneas generales, el balance de 2023 sobre la principal ayuda que el Gobierno central concedió a los padres y las madres que traen un descendiente al mundo o deciden hacerse cargo de un menor de seis años. 

Dicen que los niños nacen con un pan debajo del brazo, pero la factura de las bajas (llamadas habitualmente de maternidad y paternidad  aunque ya no reciben ese nombre de manera oficial) corre a cuenta del Instituto Nacional de laSeguridad Social (INSS). En el último año, la cuenta de los nacimientos y las adopciones en la provincia ascendió a un total de 8.725.983 euros, un 0,46% más que en 2022, y se repartió entre 1.243 personas. 590 fueron catalogadas como primera progenitora, siendo las madres biológicas las más habituales en esta categoría. Las 653 restantes fueron calificadas como segundas progenitoras, siendo los padres los más frecuentes, aunque la administración no ofrece datos concretos por sexo y provincia.
La cuantía anual que dedicó a esta prestación el INSS en la provincia en 2023 fue la más alta desde 2020, el primer ejercicio completo del que hay estadísticas tras entrar la actual normativa en vigor el 1 de abril de 2019, pero la cifra de prestaciones es la más baja de los cuatro años. 

En 2020 se beneficiaron de esta medida estatal 1.431 personas y el gasto ascendió a 7.363.315,11 euros; en 2021, 1.263 prestaciones y 7.898.431,59 euros y, en 2022, 1.332 ayudas (un 6,68% más que en 2023) y 8.686.396 euros.
La  cifra de la provincia es la cuarta más baja de España, únicamente por delante de otras tres de Castilla y León: Soria (5.988.818,42 euros), Zamora (6.652.796,21 euros) y Ávila (7.865.939,52 euros). En este caso, sobresale que en Segovia y Teruel, provincias con menos población que Palencia, el gasto registrado sea superior, 9.886.767,82 euros y 8.976.007,77 euros, respectivamente. En total, el gasto en España se elevó hasta los 3.423 millones de euros, un 4,9% más que en 2022, que se dividieron entre 467.678 prestaciones, 220.829 para el primer progenitor y 246.849 para el segundo.

Desde el Ministerio de Inclusión, SeguridadSocial y Migraciones recuerdan que la cuantía individual de las prestaciones es equivalente a la totalidad de la base de cotización del mes anterior al parto, adopción, guarda o acogimiento y es abonada por el INSS durante las semanas que dura el permiso, por lo que está directamente relacionada con lo que tribute cada uno de los beneficiarios. Además, para recibir este subsidio hay que cumplir varios requisitos, entre ellos estar afiliados a la Seguridad Social en alta o situación asimilada a la de alta y disponer de ciertos días cotizados que varían con la edad. Únicamente las personas trabajadoras menores de 21 años de edad no tienen que demostrar un período mínimo de cotización. 

Desde 2021, el permiso autorizado de baja y, por tanto, lo que paga el INSS, es de 16 semanas para ambos progenitores y se reconoce como un derecho individual y no transferible. Seis de las semanas del permiso tienen que disfrutarse inmediatamente después del parto o la resolución de la adopción y el resto puede disponerse en periodos sucesivos, según marcan el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) y el Estatuto de losTrabajadores (ET). Asimismo, existe una ampliación de una semana por cada hijo a partir del segundo en nacimientos o adopciones múltiples y otra en caso de que el vástago sea una persona con discapacidad.

El aumento de la cuantía del INSS en Palencia se debe a cuestiones legales (antes de 2021 el segundo progenitor no tenía 16 semanas de permiso) y profesionales de los solicitantes, ya que la principal variable, los nacimientos, están descendiendo de manera preocupante. De los 919 que se registraron en 2020 se pasó a 805 en 2021 y a 833 en 2022, según informa el Instituto Nacional de Estadística (INE). De 2023 aún no hay datos cerrados, pero la estimación de nacimientos en la provincia, a falta del mes de diciembre,  es de 668. Salvo cambio radical, todo parece indicar que el dato final será más bajo que en los ejercicios precedentes.

EXCEDENCIAS.  Además, desde la administración central informaron de que el sexo femenino sigue siendo el mayoritario que solicita excedencias por cuidado familiar. De los 217 permisos registrados en 2023, 186 (el 85,7%) recayeron en la mujer. Se trata de un porcentaje ligeramente inferior al registrado en Castilla y León (donde fue del 87,33%), pero algo superior al experimentado enEspaña, donde se quedó en el 84,04%.    

Respecto al año anterior, las excedencias aumentaron en un 5,85% (en términos absolutos fueron doce). En este caso, el porcentaje es más bajo del anotado tanto enCastilla y León (12,99%) como en el conjunto de España (15,47%).

Los trabajadores solicitaron la excedencia para atender a hijos o menores acogidos o para el cuidado de otros familiares. Los primeros tres años de excedencia tienen la consideración de período de cotización efectiva para jubilación, incapacidad  permanente, muerte, supervivencia y nacimiento en el caso que el atendido sea menor. Para el apoyo a otros familiares, la excedencia cotizada se reduce a un año.

 

Igualdad positiva

Camilo González comenta que las 16 semanas para ambos progenitores es algo positivo para evitar la discriminación a la mujer

Camilo González vio nacer a su hija en febrero de 2023 y dividió la baja por nacimiento en dos períodos para compaginar al máximo el cuidado de la pequeña con su pareja. «Con mi empresa no hubo ningún problema. Cogí dos meses, me incorporé y, posteriormente, disfruté del resto», comenta antes de explicar que le parece muy positivo que se puedan planificar las semanas de permiso. «A nosotros nos vino muy bien», añade. Eso sí, asegura que el tiempo de baja «siempre sabe a poco» porque tuvo que dedicarse, de nuevo, a trabajar cuando la niña aún era muy pequeña.

Por otro lado, destaca que le parece «muy correcto» que el permiso de ambos progenitores sea de 16 semanas. Antes de 2021, pese a la entrada en vigor dos años antes de la prestación del nacimiento y cuidado del menor, solo la madre biológica podía solicitar los cuatro meses de permiso, mientras que al otro progenitor le correspondían menos semanas, que podían aumentar con algunas extras que le cediera la mujer (y que fueron variando entre 2019 y 2020). 
«Ahora que el padre puede disfrutar del mismo tiempo de baja, las mujeres sufren algo menos de discriminación porque creo que las empresas tienen menos reparo  para contratar mujeres. Me parece interesante», finaliza.

 

Más apoyo y tiempo

Almudena Trigueros, madre por segunda vez, reclama que las administraciones dispongan de más ayudas para la conciliación 

A Almudena Trigueros, que dio a luz el pasado año a su segundo hijo, el permiso actual de prestación y cuidado del niño, de cuatro meses, le parece algo corto para ocuparse adecuadamente del recién nacido durante sus primeras semanas de vida. Y para ello cita a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que «recomienda exclusivamente la lactancia materna durante los seis primeros meses de vida del niño». Bajo su punto de vista, la ampliación hasta el medio año de la baja facilitaría esta labor a las madres siguiendo los preceptos del organismo sanitario dependiente de Naciones Unidas, que asegura en su página web que la lactancia es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia. 

Además, tampoco vería con malos ojos que en el futuro aumente este período de permiso. «Sí, sería positivo. Los bebés empiezan a cambiar su alimentación y hay que estar más pendientes y volcados en ellos en esa etapa», comenta.  Por otro lado, Trigueros reclama más respaldo a las administraciones públicas, sobre todo a la hora de la conciliación laboral y familiar. 

«Toda ayuda es poca. Que la maternidad no nos haga renunciar a nuestra trayectoria profesional», concluye.