Tribuna Libre: La Oficina de Repoblación de Paredes de Nava cumple un año

Luis Calderón*
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Éxito de una iniciativa que se caracteriza por el trato humano y la integración de los nuevos vecinosen la localidad. Esta tiene 50 nuevos moradores, llegados gracias a esta nueva política poblacional

Tribuna Libre: La Oficina de Repoblación de Paredes de Nava cumple un año

Recientemente hemos recibido la estimulante noticia de que en el segundo trimestre del 2023 Palencia creció 65 habitantes. Algo inédito en años, algo que esperemos no sea coyuntural y suponga el inicio de una nueva senda demográfica. En Paredes de Nava comenzamos políticas poblacionales al salir de la pandemia y con un gran tirón a raíz de la guerra de Ucrania, donde fuimos un referente solidario al ayudar a unas 200 refugiadas. Hace justo un año, fuimos adjudicatarios de una subvención del Ministerio para la Transición Ecológica y del Reto Demográfico y reorganizamos nuestras actuaciones creando la Oficina de la Repoblación de Paredes y su zona de influencia. Hoy podemos exponer resultados, dar una primera cuenta de esa inversión estatal y afirmar con rotundidad que ha sido un éxito, disponemos de una herramienta contra la despoblación.  Es un proyecto de innovación social y como todo lo innovador tiene un factor de riesgo; pero el resultado está siendo muy positivo y evaluable, con lo que el gasto público queda asegurado, este sistema funciona. La repoblación de la que les hablo es  real, política de acción, no es un discurso y se puede exportar  a otros lugares.

Paredes cuenta con 1.900 habitantes, cifra que hemos logrado sujetar los últimos años, en los que la media anual de entierros  es de 40 y 10 los nacimientos. Desde que abrimos la Oficina de Repoblación, contamos con 50 nuevos vecinos en la localdad, llegados gracias a esta nueva política poblacional. Nuevos establecimientos abiertos por ellos, y cubiertas plazas de trabajo vacantes desde hacía tiempo. Y además ha llegado talento y carácter emprendedor.

De forma muy esquemática y desde el ámbito municipal, nuestra estrategia contra la despoblación se orienta en tres líneas. No estoy hablándoles de la gran política, esa que sigue inmersa en discusiones sobre la fiscalidad diferenciada de los territorios o la desconcentración de servicios.  Frente a eso quedan los alcaldes y sus concejales, queda la imaginación de aquellos que conviven con el problema, que saben de la emergencia. 

La primera línea de trabajo debe ir dirigida a  lograr que los que ya están no se vayan y que estén lo mejor posible. Para eso es necesario ayudar a generar un ambiente propicio, un nuevo ambiente rural, una mentalidad distinta, al tiempo que luchamos por mantener y mejorar nuestros servicios.  Este es el trabajo que se ha tenido que llevar a  cabo para que nuestros pueblos sean buenos lugares para vivir, esto ha sido labor  de años, es el trabajo pasado. Pero hay que mantener ese nivel de calidad, no se puede renunciar a nada.

Lo segundo consiste en articular un procedimiento de repoblación. Inexorablemente hay que traer nuevos vecinos porque el saldo negativo es salvaje y solo podemos ir a mejor con vida, con  personas. Existen huecos laborales actualmente que es urgente cubrir y necesitamos gente para mantener determinados negocios y servicios. Este es el presente y aquí es donde entra en juego la Oficina de Repoblación. 

Y la tercera línea habla de futuro. El futuro en nuestra zona pasa por el sector agroalimentario. Un sector que debe generar unos puestos de trabajo inexistentes en la actualidad, la buena noticia es que ahora va a ser posible que aparezcan. Pero tenemos que estar preparados  para cubrirlos con personas, primero con las que se quieren quedar a vivir en nuestros pueblos y si no las hay, buscarlas.  ¿Cómo lograr que el sector agroalimentario se implante en nuestra zona? Aprovechando el momento histórico de instalación de energías renovables en nuestro campo y vincularlas al territorio, a nuestros cultivos y a su transformación industrial. De esto podemos hablar  otro día. 

Nos centraremos  en la segunda línea, la del presente, la que está desarrollando la Oficina de Repoblación. Con la subvención mencionada del Ministerio se licitó un contrato público para la gestión de la Oficina. La adjudicataria fue la empresa Proyecto Arraigo. ¿Qué hace básicamente esta empresa? Llega a un municipio, a una zona, detecta las necesidades laborales, busca vivienda y contacta con gente de ciudades que quiere venirse a vivir a pueblos. Dispone de una bolsa de ciudadanos que quieren empezar una nueva vida en el medio rural. 

Y comenzamos doce meses de trabajo en los que hemos obtenido varias conclusiones.

Primera conclusión. La figura del alcalde o concejal es prioritaria. Son los auténticos agentes de desarrollo local, los que impulsan y dan la cara amable de la localidad. Son unos personajes públicos inusuales, con la mirada puesta en un horizonte que es el futuro de su pueblo. En el caso de Paredes, la teniente de alcalde, Yolanda Diez, lidera esta oficina junto a las trabajadoras de Proyecto Arraigo, Ana Gutiérrez y Nieves Matía. Qué importante es un buen equipo.

Segunda conclusión. Existen necesidades laborales que no se están ocupando en nuestros pueblos, existen trabajo y oportunidades. Aquí hay que hacer una doble separación. Hay un perfil de gente que puede venir porque son emprendedores, disponen de medios económicos  o saben que no van a tener problema para trabajar en áreas con gran demanda como la hostelería o el ámbito socio sanitario. Estas personas sí forman parte de la bolsa de ciudadanos de la que dispone Proyecto Arraigo. Sin embargo, hay otro grupo de necesidades laborales más difíciles de cubrir, como las de las explotaciones agropecuarias o la construcción. Para estos oficios habría que hacer un trabajo extraordinario a nivel ministerial, llegar a convenios con determinados países para organizar la llegada de esos trabajadores. No hemos esperado y ya nos hemos puesto a funcionar, evaluando, por ejemplo, la posibilidad de colaborar con  pastores saharauis. Se está en contacto con empresas palentinas para abastecer en perfiles profesionales que no encuentran aquí. Seguimos evolucionando en el sistema, innovando.

Tercera conclusión. La vivienda. Tenemos un problema para alquilar viviendas en nuestros pueblos. Aquí debieran acometerse dos líneas de trabajo, la del alquiler seguro y la de rehabilitación para el alquiler, porque casas existen. Este tema de la vivienda da para otro artículo, pero es uno de los puntos a definir en la política de repoblación. Por cierto, llevamos más de una década sin política de vivienda pública… 

Se ha producido  un efecto colateral, la subida de  los precios en aquellas pocas viviendas que se alquilan, lo que ha hecho más atractivo el alquiler.

Cuarta conclusión. ¿Por qué hasta ahora no habían salido bien los intentos de repoblación? Creo que  el error ha radicado en no profesionalizar esos programas de atracción. Los ayuntamientos pueden crear bolsas de vivienda y trabajo, y una web preciosa, pero no pueden ir a Madrid o a La Habana a buscar habitantes. Esa selección ha de hacerse por profesionales que actúen como rótula entre el medio rural y el urbano. Y eso cuesta dinero. Es un nuevo servicio que hay que crear y pagar. El atender al nuevo poblador exige una implicación extra. La Oficina de Repoblación no es una oficina más. Se trabaja con personas, hay que buscar su acomodo dentro de una sociedad rural muy definida. Eso requiere de atención personalizada, de acompañamiento, de cuidado humano y de mucha ilusión.

Se trata de encontrar al repoblador ideal para ese lugar y ese trabajo existente, sin fricciones. Esto obliga a que la empresa responsable  desarrolle la labor de selección con técnicos en las ciudades y en los pueblos. Actualmente,  muchos de esos nuevos pobladores hay que ir a buscarlos en otros países. Por eso, es tan importante facilitar la agilización de trámites administrativos, especialmente con extranjeros adscritos a esta repoblación. Hay que trabajar  por nacionalidades y con sectores profesionales, albañiles, fontaneros, ganaderos o médicos. Estamos en ello. 

Aquí me gustaría hacer una observación sobre la importancia de la educación. Ahora mismo un colegio rural castellano es un referente para muchos nuevos pobladores procedentes de países iberoamericanos donde existe una gran inseguridad y baja calidad educativa. Nuestro nivel educativo es muy valorado por esos padres que están llegando. También hemos observado que algunos de estos nuevos vecinos vienen  con un espíritu emprendedor que  puede ser muy positivo. La llegada de talento, de nuevas ideas que rompan inercias de décadas es otro de los valores añadidos de este programa.

Quinta conclusión. Los ayuntamientos no disponen de fondos para financiar esta necesidad que no se encuentra  en el reparto competencial. Ha nacido una nueva competencia, la repoblación. Ya no solo es el abastecimiento o el alumbrado, ahora hay que repoblar.  Habrá ayuntamientos que no quieran repoblar porque así lo consideran. Habrá otros que sí que quieran pero son pequeños y no disponen de medios ni fuerza suficiente para hacerlo; muy bien, pues que se alíen con otro municipio mayor que sí que quiera. Esos municipios cabecera de zona que quieran repoblar han de asumir esa competencia repobladora, pero claro, no gratis. Y ya de paso vamos ordenando el territorio… 

Última conclusión.Es el momento de actuar, no se puede perder un minuto. Sacamos conclusiones a diario, estamos en un proceso de innovación social, es un camino que no existía y lo estamos escribiendo a medida que avanzamos. Un año y 50 nuevos vecinos.

*Luis Calderón, alcalde de Paredes de Nava