Cátedra colegial al decano

David Correia
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Cuento con final feliz. El Zunder Palencia acabó la temporada regular con un récord de 17 victorias y cero derrotas en casa, después de vencer con comodidad y soltura a Melilla Sport Capital, ya descendido

Cátedra colegial al decano - Foto: Sara Muniosguren

Con 17 victorias y ninguna derrota acabó el Zunder Palencia la liga en casa. O lo que es lo mismo, invicto. Es cierto que lejos del pabellón ha tenido días mejores y días peores, pero a orillas del Carrión el cuadro de Rivero ha firmado una temporada inmaculada.

El pabellón presentaba una entrada mínimamente inferior para presenciar un partido cuyo balón al aire fue para Palencia. Wintering abrió el marcador con una canasta y tiro adicional, colocado los primeros tres puntos en el casillero palentino. Rivero reconocía en la rueda de prensa previa que, ante la baja de McGrew, Kostas ha dado un paso al frente, y el búlgaro lo ratificó en su primera acción, anotando un triple que puso el 6-2. El tiro exterior favorecía a los morados en el inicio del encuentro. Ahora era Wintering el que anotaba desde los 6,75 para aumentar la distancia. Kostadinov y Kasibabu se colgaban del aro para cerrar un parcial de    15-4, culminado con tiempo muerto de Gonzalo García de Vitoria. Melilla no se encontraba en el partido, hasta que Mulero y Thompson encadenaron dos triples que acortaron la renta. Pero Palencia, liderada en ataque por un inspirado Wintering, no cesaba en su empeño de encarrilar el partido desde el primer escenario. Sobre el parqué el dominio local fue máximo, cerrándose el primer acto con un 31-11 en el marcador.

El conjunto visitante empezó mejor el segundo cuarto, más acertado en ataque y cometiendo menos pérdidas que en el primero, algo que le estaba penalizando en exceso. De esta forma, Melilla firmó un parcial de 7-14 al inicio del segundo periodo, colocando el 38-25 en el electrónico y obligando a Pedro Rivero a parar el partido. El tiro de tres seguía siendo el argumento de autoridad del Zunder Palencia en el duelo (64,3% al descanso). En este instante era Mathieu Kamba el que no fallaba desde los 6,75, y con dos triples consecutivos seguía poniendo tierra de por medio. Melilla empezó a errar y sus porcentajes comenzaron a empeorar, no así los de Palencia, que seguía en modo apisonadora, gustándose por momentos con varios alley oops que hicieron las delicias de los espectadores. El choque se marchaba al intermedio con un resultado de 60-35.

Como hiciera en el segundo cuarto, Melilla comenzó enchufado en el tercero, anotando 10 puntos en los primeros tres minutos que acercaban al cuadro visitante en el marcador. Sin embargo, la renta era lo suficientemente distante como para no incomodar a un Zunder Palencia, que seguía a lo suyo desde el lanzamiento de tres. Esta vez era Wintering el que anotaba cuatro triples seguidos para mantener el porcentaje e irse hasta los 26 puntos. Melilla apretaba en el tramo final del periodo para colocarse a 16 al término de este (86-70).

Poco a poco pasaban los minutos y se notaba que no había nada en juego. No porque la actitud de los jugadores fuera apática, que todo lo contrario, sino porque ambas escuadras se atrevían más a ejecutar ciertas acciones que, quizá, con un resultado más ajustado y jugándose algo, no se hubieran atrevido. El encuentro entró en una fase más de espectáculo que de juego en sí, que culminó con el 115-86 final en el luminoso.

TODOS ANOTARON. El partido permitió que los jugadores menos habituales gozasen de gran cantidad de minutos, como es el caso de Arsone Mendy y Silvano Merlo, que pudieron disfrutar de su partido con mayor protagonismo en el pabellón. Esto provocó que todos los jugadores morados (a excepción del lesionado McGrew, que no disputó ni un minuto) terminasen con algún punto en su casillero.

Tras el final de la liga regular, el Zunder Palencia afronta ya el play-off de ascenso. El viernes, primer partido ante HLA Alicante.