Ni don Pedro, ni doña Inés. Ninguno de los dos salió ayer a recibir a quienes se acercaron hasta el convento de San Francisco para ver el resultado de los trabajos que se ejecutan para convertir las ruinas en un espacio público.

Desde hace cinco siglos, ni el conde de Paredes (el cuarto), ni su esposa están para visitas. En San Francisco fueron enterrados. En San Francisco estaban sus lápidas y a Santa Eulalia hay que acercarse para verlas. De sus restos, poco se sabe. Algo que puede cambiar con los trabajos arqueológicos que la Junta realizará a petición del Ayuntamiento paredeño.

Los responsables municipales sabían que bajo San Francisco había tumbas. Tenían constancia de que podían ser de los condes. Ahora queda confirmarlo. En eso se centrarán los trabajos arqueológicos que realizarán simultáneamente a las obras de reconversión de las ruinas en espacio  público (dependencias municipales y parque). A lo primero se destinarán  dos de las capillas a las que se tiene acceso desde el exterior, ya que el resto del antiguo inmueble ha quedado integrado en las actuales dependencias del Consistorio paredeño. A lo segundo, una gran zona abierta donde se ha localiza la cripta funeraria.

«Sabíamos que había enterramientos. Lo que nos interesaba era saber de quién y cómo se encuentran», aseguró la alcaldesa de Paredes de Nava. Montserrat Infante acompañó al delegado territorial de la Junta, el gerente provincial del Ecyl y a los arquitectos que dirigen la rehabilitación, en el recorrido que se hizo por San Francisco. «Lo básico es mantener la esencia», afirmó Alvaro Gutiérrez, arquitecto que firma un proyecto que propone que el pavimento y los elementos de jardinería que se proyecten recreen la planta de la desaparecida iglesia.

Se utilizarán encintados de piedra en el suelo a modo de proyección de las arquerías que formaron el techo del templo y se colocarán alcorques con cipreses en lo que fueron las columnas y los muros de cerramiento de la iglesia se recrearán con un vallado perimetral del nuevo parque

El delegado territorial se mostró especialmente interesado en la cripta hallada en la zona de cabecera y por los restos que puedan aparecer. «¿Qué se ha encontrado y qué se  piensa hacer?», interpeló Luis Domingo González.

«Se supone que ahí está enterrado el cuarto conde y su esposa. Nuestra intención es que la cripta sea recuperada y se convierta en un espacio visitable», señaló Montserrat Infante.

La regidora reconoció que el hallazago puede condicionar el ritmo de los trabajos previstos, un tiempo que se dará por bien empleado  con el resultado esperado.