Comprada la unidad productiva de Quesería Ibérica de Herrera

ALBERTO ABASCAL
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Soluciones Lácteas Palentinas se hace con la industria láctea herrerense, que se encontraba en concurso de acreedores, y asume mantener los 22 puestos de trabajo

Imagen de archivo de una de las manifestaciones celebradas en Herrera de Pisuerga antes de que Quesería Ibérica comprara Granja La Luz. - Foto: DP

El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Palencia, que hace las veces del Juzgado de lo Mercantil, ha dictado un auto por el que autoriza la venta de la unidad productiva de la firma Quesería Ibérica de Herrera de Pisuerga, que se encontraba en concurso de acreedores, en favor de la empresa Soluciones Lácteas Palentinas de Saldaña, según informaron a Diario Palentino fuentes del proceso.

Las mismas fuentes indicaron que tras la aprobación de la venta, la nueva empresa que se hará cargo de la quesería herrerense se ha comprometido a garantizar la continuidad de la actividad empresarial con la subrogación de la totalidad de la plantilla formada actualmente por 22 trabajadores.

Como ya publicó Diario Palentino, en agosto de 2020 la empresa Quesería Ibérica AT presentó en el Juzgado Número 1 de Palencia un concurso voluntario de acreedores debido a su situación de insolvencia económica.

La empresa contaba en ese momento con una treintena de trabajadores, aunque un número indeterminado estaba en aquel momento en ERTE debido a la situación generada por la covid-19. Con la declaración del concurso de acreedores, se ha tratado hasta ahora de buscar una salida de futuro para la quesería o, en última instancia, su liquidación. Sin embargo, la firma saldañesa Soluciones Lácteas Palencia ha dado el paso en firme para hacerse con la unidad productiva, lo que garantizará no solo el proceso productivo de la quesería herrerense sino también la de los 22 operarios de la misma.

EMPRESA DE REFERENCIA. Quesería Ibérica AT se fundó en abril de 2014 por personas de reconocido prestigio en el mundo de la industria agroalimentaria. 

En poco más de un año se convirtió en una empresa de referencia en el sector lácteo y quesero con una facturación en torno a los 20 millones de euros, estando presentes en prácticamente toda la distribución española bajo las marcas Santé, Campoduero y Granja La Luz. 

Por lo demás, en Herrera de Pisuerga conocen muy bien esta situación. En octubre de 2014 este periódico dio a conocer que tras meses de intensas negociaciones con las entidades bancarias acreedoras con las que se mantenía una deuda aproximada de 2,8 millones de euros, la adquisición de la antigua empresa Granja La Luz por Quesería Ibérica AT era ya un hecho. Hay que recordar que la empresa Granja La Luz comenzó con dificultades en el año 2008, cuando solicitó un concurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo. 

Después de casi seis años la entidad judicial decidió una regulación de empleo por tres meses para dar tiempo a una posible venta de la unidad productiva de la empresa, que comenzó a aplicarse en abril de 2014.

Gracias al esfuerzo de los trabajadores, el sindicato Comisiones Obreras y varias administraciones, se consiguió que varias empresas se interesan por la unidad fabril, con el fin de seguir produciendo queso en Herrera de Pisuerga y manteniendo a sus empleados.

Finalmente, en junio de ese año la empresa Quesería Ibérica AT arrendó las instalaciones y mostró su intención de adquirir la factoría herrerense. Se formalizaron las condiciones laborales con los trabajadores, que firmaron contratos indefinidos por tiempo completo con unas condiciones similares, incluidas las salariales,  a las que tenían con la anterior empresa. 

Además, varios empleados se acogieron a la prejubilación, y estuvieron en el paro en el caso de algunos varios meses, y en el de otros un máximo de dos años.  Pero a comienzos de 2018 Quesería Ibérica requirió la ayuda de la Junta de Castilla y León para obtener liquidez y el Ejecutivo mantuvo que estaba dispuesto a salir al rescate de la empresa y aportar un millón y medio de euros de dinero público para ayudarle en su expansión. Poco más de dos años después, la empresa tuvo que presentar un concurso voluntario de acreedores debido a su situación de insolvencia económica.

A partir de ahora se abre una nueva etapa en la empresa láctea herrense, que en los últimos nueve años ha vivido grandes convulsiones.