«No cabe la rebelión ante la nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo». La ministra de Igualdad, Irene Montero, remitió ayer una carta a todas las comunidades en la que les insta a que los abortos se practiquen en la sanidad pública, tal y como ordena la nueva normativa. Una ley que exige a todas las comunidades a garantizar que cuando una mujer acude a un hospital público haya «siempre» profesionales que puedan hacer efectivo el derecho al aborto. «Deben poner en marcha registros de objetores de conciencia, para hacer compatible este derecho del personal sanitario con el derecho fundamental de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo». Palabras que no sentaron nada bien en la Junta de Castilla y León, cuyo presidente Alfonso Fernández Mañueco, rechazó «lecciones» del Gobierno sobre gestión sanitaria pública, y menos de «la ministra responsable del mayor agravio a las mujeres en la democracia, que fue la ley del 'Solo sí es sí'». «Lo que tiene que hacer esta señora es callarse».

Con esta carta, el departamento que dirige Irene Montero quiere instar también a que las comunidades den los pasos necesarios para garantizar que haya médicos y médicas no objetores en todos los hospitales públicos. La ministra afeó la «rebelión» ante la ley de gobiernos «antifeministas, como Castilla y León o Madrid, que plantean rebelarse contra las leyes que no les gustan, como la de la vivienda o el aborto». La titular de Igualdad recordó que el aborto es un derecho al que todas las mujeres deben tener acceso desde la red sanitaria pública «como referencia». «Estamos a disposición de las Comunidades Autónomas para garantizar el cumplimiento efectivo de la Ley del Aborto en todo el país».

Poco después de conocerse el envió de la misiva, Fernández Mañueco, quien participó en un acto electoral junto al candidato del Partido Popular en Béjar, Luis Francisco Martín, afirmó, en declaraciones recogidas por Ical, que Irene Montero es «la ministra responsable del mayor agravio a las mujeres en la democracia», y la invitó a «no hablar de las mujeres ni en Béjar ni en Castilla y León ni en España».

A renglón seguido defendió la gestión de la Junta en el ámbito sanitario, y aseguró que en Castilla y León «sabemos cómo hay que gestionar la sanidad pública porque estamos entres los mejores sistemas de España». «No nos va a dar lecciones ni Sánchez, ni sus ministras, que vienen a insultar, a despreciar a atacar a Castilla y León», continuó el presidente autonómico. Una situación que, según auguró, espera que cambie tras la generales de final de año. «Nos gustaría que haya un Gobierno en España, lo habrá el año que viene con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, que respalde a Castilla y León, ayude a Castilla y León y también a Béjar», zanjó.