Un total de 19 diputaciones provinciales, ocho gobiernos autonómicos, más de un centenar de alcaldes y emprendedores de diversos sectores productivos se dieron cita en Ávila para participar en la Conferencia por la Despoblación y firmar la Declaración de Gredos.
Este manifiesto «pretende ser el germen de un gran pacto de Estado por la repoblación y el emprendimiento rural en aquellas provincias de la España interior que desde hace décadas sufren la despoblación y el envejecimiento de sus habitantes», según indicaron en el transcurso de la jornada celebrada en el Parador de Turismo de Gredos.
El Salón de Ponentes, donde se reunieron los siete padres de la Constitución Española para tratar las enmiendas al texto vigente desde 1978, fue el escenario de la firma de los diferentes representantes institucionales.
El presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García; la de la Diputación de Palencia y de la Federación Regional de Municipios, Ángeles Armisén; y el alcalde de Navarredonda, José Manuel Jiménez, fueron los primeros representantes de entidades locales en firmar la declaración.
Según explicó García, «los 15 millones de personas que viven en el medio rural quieren levantar la voz, reivindicar que queremos ser ciudadanos de primera, queremos servicios básicos para nuestros vecinos y que las administraciones fijen criterios de reparto que tengan en cuenta la despoblación y la dispersión, que las personas que viven en nuestros pueblos tengan una oportunidad».
Presidente.
La jornada contó, entre numerosos ponentes de diversas asociaciones e instituciones, con el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, quien reclamó al Gobierno central, «desde la máxima lealtad y colaboración», celeridad en el impulso de una estrategia nacional por el reto demográfico, porque, como apuntó, la despoblación es «un tema de toda España y de la Unión Europea, y se necesita la implicación de todas las administraciones y de los agentes sociales y económicos», según informa Ical. «Es un problema de todos que entre todos debemos darle la vuelta porque nos jugamos nuestro futuro y nuestro peso en el mundo», afirmó el jefe del Ejecutivo.
Mañueco aseguró que «es el tiempo de estar con la gente del medio rural y la Junta tiene como prioritario el reto demográfico», que es «uno de los principales problemas de Europa y del mundo, y que en Castilla y León se ve agravado». A su juicio, el problema de Castilla y León «no es de saldo migratorio, sino de que hay menos nacimientos que defunciones». Por eso es fundamental «impulsar políticas de natalidad», aseguró.
Recordó que el Gobierno autonómico viene trabajando desde hace años en la lucha contra la despoblación, «siendo fundadores del grupo de regiones con desafíos demográficos e impulsando la estrategia nacional por el reto demográfico, que seguimos esperando».
Oportunidades.
Durante su intervención, el presidente quiso alejarse de estereotipos como la España vaciada, que considera «un término despectivo», para poner en valor el medio rural y hablar de la «España de las oportunidades», pues «debemos convencer de que no hay lugar mejor para vivir que el medio rural». Eso sí, aclaró que además del «mensaje positivo» hay que «solucionar los problemas».
En ese sentido comentó que «hay que dar oportunidades» y para eso «las políticas de la Junta deben tener una perspectiva demográfica», pero también habló de «apostar por unos servicios públicos de calidad» que garanticen la sanidad, los servicios sociales y la educación en el medio rural.
Finalmente, «no quiero olvidar que el reto demográfico es una cuestión de todos, sin colores políticos ni enfrentamientos entre administraciones», afirmó Fernández Mañueco, quien pidió trabajar «codo con codo las administraciones públicas y el sector privado».