Editorial

Suelo industrial libre, estratégico y con apoyo de la Junta para atraer empresas

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La provincia cuenta con 670.723,84 m² disponibles en cinco polígonos, un tercio del total

Cuesta mucho trabajo, tiempo, inversión, gestión y también ciclos económicos propicios para que el tejido productivo crezca. La provincia mantiene, como otras tantas, la necesidad de captar nuevas empresas y las instituciones públicas no son ajenas a esa necesidad. Para ello, si se plantea cualquier posibilidad de contar con proyectos generadores de empleo y riqueza se tiene que contar con algo primordial como es un suelo industrial desarrollado y bien equipado en ubicaciones  estratégicas, donde la capacidad de transporte y una rápida distribución de materia prima y productos acabados haga viables los proyectos empresariales que puedan venir.

En esta línea, el suelo industrial disponible propiedad de la Junta de Castilla y León en la provincia, que gestiona la Consejería de Economía y Hacienda distribuido en cinco polígonos bajo su titularidad -Magaz, Aguilar, Venta de Baños, Paredes, Baltanás y otro más que está en proyecto- alcanza un total de 670.723,84 m². Esta oferta, a la que pueden optar las empresas interesadas, supone en torno a un tercio de la superficie neta de 1.862.514,46 m², de los cuales 861.633 m² forman parte de un proyecto pendiente de ejecución en tres fases en el pago los Llanos de San Isidro, en Dueñas. La zona tiene una ubicación privilegiada junto al Monasterio de la Trapa, en la autovía de Castilla (A-62).

Con estas premisas, ahora queda continuar con el trabajo que se lleva a cabo desde el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), ya que, aunque existe una parte importante vendida del suelo total, en torno a un tercio, queda bastante superficie para empresas, y el departamento de comercialización de parcelas está funcionando al máximo para atraer proyectos a la provincia.

En esta tarea juegan una parte importante los incentivos económicos públicos que se ofrecen a las empresas a través de varios cauces de financiación y un clima fiscal que genere confianza entre las empresas para que estas decidan ejercer su actividad en la provincia.  Al respecto, figuran líneas de apoyo al emprendimiento; incentivos para autónomos; ayudas destinadas al crecimiento y la ampliación de empresas; innovación e internacionalización... Igualmente, se aporta financiación para proyectos con un tipo de interés muy interesante a través de una de las sociedades de garantía recíproca más importantes del país, como es Iberaval, junto a distintas ayudas directas. 

 Otras facilidades como el pago de parcelas al contado o aplazado durante un máximo de 40 años, junto a la reserva de uno a cinco años con pago del 5% de su precio ejecutando al menos del 50% de la edificabilidad en un plazo de cuatro años, ha permitido a varias mercantiles que han recibido incentivos instalarse en los parques empresariales gestionados por la Junta y en otras ubicaciones distintas, ya que el objetivo final es que se genere riqueza y se amplíen o creen iniciativas de emprendimiento.