La jefa del servicio de Evaluación de Riesgos y Procesos de la Consejería de Sanidad de la Junta, Olga Mínguez González, puso ayer de manifiesto en una ponencia que la nueva normativa sanitaria «es flexible y no compromete» la higiene y la seguridad alimentaria. Así lo señaló en una ponencia sobre la visión general del reciente Real Decreto 1021/2022, que regula aspectos para producir y comercializar productos alimenticios en establecimientos de comercio al por menor. La ponente participó en una jornada divulgativa con distintas intervenciones sobre las novedades en legislación sanitaria e innovación celebrada en el Lecràc bajo la organización del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta, y la colaboración de la Fundación Centro Tecnológico de los Cereales de Castilla y León (Cetece) y el Ayuntamiento.
«En realidad, el Real Decreto lo que ha venido es a armonizar distintas normativas que ya se estaban aplicando. Como yo he insistido mucho a lo largo de mi ponencia, el prisma que no se debe perder es el de garantizar la seguridad alimentaria. Para Castilla y León, el comercio minorista es una pieza clave; somos una comunidad autónoma eminentemente rural con ciudades pequeñas donde es necesario que tengamos posibilidad de minoristas, de mercados polivalentes en el día a día que hagan viable el vivir en las zonas rurales», según expuso.
En su opinión, la legislación ha venido a organizar cuestiones que ya estaban funcionando. «No hay que quedarse en lo anecdótico, ya que realmente se organizan y permiten prácticas que están perfectamente consensuadas desde el punto de vista científico, pero que, simplemente, por el hecho de no haberse actualizado la normativa no permitía que se hicieran. Por ejemplo, la congelación de la carne y algunas prácticas en carnicerías que vendrán bien y así se podrá mejorar en ese abanico empresarial y otorgarle viabilidad», desgranó la jefa del servicio de Evaluación de Riesgos y Procesos de la Consejería de Sanidad.
Añadió que hasta que todo el marco normativo esté en funcionamiento puede que se requiera algún reajuste, pero bajo el punto de vista de la Junta, «supone una organización de esos más de 34.000 minoristas que tenemos, por ejemplo, en el caso de Castilla y León, y que les permite determinar la flexibilidad que, en ningún caso, compromete la higiene ni la seguridad alimentaria, al estar volcados en ella y en poderla aplicar de la mejor manera posible», aseveró.
BONDADES Y CONTROVERSIAS. Desde el punto de vista del comercio minorista, Julián Castrillejo, de la Asociación de Carnicerías de Palencia, indicó que al consumidor hay que ofrecerle seguridad. «En ello nos va la vida y que el cliente confíe en nosotros y hay unos procesos para que se adquiera el producto en las mejores condiciones. Nosotros lo que pretendemos es que nuestro producto final tenga la máxima garantía sanitaria. Hemos venido aquí un poco a aprender toda esta normativa, que aunque ya conocemos siempre viene bien recordarla y queremos trasladarla a todos nuestros asociados. El consumidor debe saber que no solo los grandes almacenes ofrecen seguridad sino también el pequeño comercio y el comercio de proximidad, y debemos de luchar por mantenerlo vivo», expresó.
Ana Rosa García Benito, directora del área de Calidad y Seguridad Alimentaria de la Fundación Cetece aludió a las bondades del Real Decreto y a su lado controvertido. «Hay una parte de seguridad alimentaria magnífica y aporta más cosas para dar las máximas garantías al consumidor. Ahora bien, hay una parte un tanto polémica, relativa a poder elaborar alimentos en la vivienda propia para su venta y consumo, que a nivel empresarial no se recibe bien, sobre todo en panadería, hostelería y conservas, El hacer pan en casa, comidas como en un restaurante en tu casa y ciertas conservas para vender, en negocios de toda la vida se ve como cierta competencia desleal, dado que ellos van cumpliendo con muchas exigencias sanitarias desde hace muchísimo tiempo en cuanto a instalaciones, formación, etc. y no saben cómo eso se le va a exigir al que lo hace en su casa», concretó.
Ayer se informó de la normativa en distintas ponencias dirigidas a empresas y establecimientos alimentarios de comercio al por menor en hostelería, comercio minorista de alimentación, panaderías, pastelerías, carnicerías, pescaderías y supermercados. Junto a los ponentes citados intervinieron sobre aplicación en el sector de carnicerías María Sánchez Ruiz, secretaria general Cedecarne; en comercio de pescado al por menor María Luisa Álvarez Blanco, directora de Fedepesca, y en la aplicación del neurromarketing en el comercio de alimentación y hostelería Rafael Hornos, de la empresa palentina Sociograph. Se terminó con una mesa redonda ponentes-empresas.