Castilla y León encara la época estival con la esperanza de poder romper un techo que se resiste a ser quebrado: los 991.000 afiliados a la Seguridad Social que se registraron en julio del año 2008. Lo que ocurrió después es de sobra conocido, pero ahora el mercado laboral autonómico ve más cerca que nunca la posibilidad de 'meterle mano' a un récord histórico. El último credencial para ello lo puso sobre la mesa ayer con los datos de afiliación a la Seguridad Social del mes de abril, que dejan 946.561 personas trabajando en la Comunidad. Un dato que se sitúa como el tercero mejor de la serie histórica para el cuarto mes del año, solo por detrás de los anotados en abril de 2007 (960.754) y 2008 (980.011). No obstante, a pesar de la brecha existente con sendos ejercicios, la tendencia alcista que marca Castilla y León deja una mejora de 16.000 afiliados respecto a abril del pasado año, y de casi 30.000 respecto a 2019.
Una tendencia que, de mantenerse, supondría llegar a los meses de verano por encima de los 970.000 afiliados en Castilla y León. Cifras que no se habían visto desde el año 2008 y que pondrían, más a tiro que nunca, el récord de julio de aquel ejercicio. Todo ello a pesar de que el colectivo de los autónomos se sigue desangrando en la Comunidad después de perder casi 3.000 afiliados en un año. Mientras, el Régimen General tira para arriba con casi 20.000 trabajadores más que en abril del 2022, según los datos publicados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La mejora del mercado laboral autonómico sigue sin ser suficiente, por el momento, para mejorar los datos existentes en 2008. De hecho, Castilla y León es una de las cinco comunidades –Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Galicia– que tiene menos afiliados que hace quince años, toda vez que el conjunto del país hace tiempo que rebasó esos números y acredita un siete por ciento más que en 2008, con casi 1,5 millones de afiliados por encima.
Por el contrario, la Comunidad sigue contabilizando mejores datos de desempleo que la media estatal. Así, el número de parados en Castilla y León se redujo en el mes de abril un 3,45 por ciento al restar 4.132 apuntados al paro, mientras en el conjunto de España la caída fue del 2,58 por ciento, al mermar en más de 73.800 personas hasta los 2.788.370, la cifra más baja en este mes desde 2008. Además, la Comunidad sitúa la cifra total en 115.514 desempleados, 11.775 menos que hace un año, con un descenso del 9,24 por ciento.
Tras conocerse los datos, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, apuntó que si la Comunidad tuviera la misma tasa de desempleo que la media de España habría 30.000 más. «Actuamos con eficacia y mucha utilidad en la creación de empleo», sentenció. Mientras, desde la UGT relacionaron la bajada de paro con las contrataciones realizadas en el comercio y la hostelería en Semana Santa y por los efectos de la reforma laboral, algo que contrapusieron con las políticas «anuladas» de la Junta. Desde CCOO reconocieron que los datos «son buenos, mejorando en todos los sectores y provincias», aunque indicó que el «ritmo» de generación de puestos de trabajo es «mucho más ágil» en el resto del Estado.