«El castillo de Saldaña lleva mil años degradándose»

Pablo Torres
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Hoy hace exactamente un mes que se puso en funcionamiento la Fundación Castillo de Saldaña, constituida con el objeto de adquirir la fortaleza de la villa y adecuarla para un fin aún por determinar

Jesús González - Foto: Sara Muniosguren

Jesús González, José Ignacio Guerra, Gerardo León, Francisco Cuena, Jaime Gutiérrez y Alberto Martínez son, junto con el alcalde del pueblo, Adolfo Palacios; y el cronista oficial, José María Caballero (estos dos últimos por razón de su cargo), los patronos de la Fundación Castillo de Saldaña, una entidad constituida para la gestión y restauración de la antigua fortaleza de la villa. 

Hoy se cumple un mes desde la puesta en marcha de la fundación. ¿Qué balance hace?
Ha habido una reunión del patronato en la que se han tomado un montón de decisiones, así que no puedo estar más contento. Además, muy probablemente, una empresa nos va a desinstalar unas antenas de telecomunicaciones antiguas que estaban delante del castillo y que hemos demandado muchas veces que se quitaran. 

¿Cuáles son los siguientes pasos?
El primero es completar los requisitos burocráticos de la fundación.

El segundo, que para nosotros es fundamental, es finalizar la compra del inmueble. Pese a estar ya adquirido, disponemos de un año para pagarlo. No podemos empezar a poner ladrillos antes de que todo esté bien. 

Y el tercer punto es concienciar a la población de que solo somos un instrumento para que el pueblo consiga los fines que todos queremos: que el castillo luzca de nuevo. No podemos hacer todavía una petición de restauración, pues no tenemos ni el dinero ni el apoyo social suficiente para ello. 

La normativa de la Junta de Castilla y León limita las actuaciones en edificios catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), como es el caso del castillo. ¿Es realmente posible el proyecto?
Esa pregunta hay que hacérsela a la comisión de Patrimonio de la Junta, que es la que tiene la responsabilidad. En unos sitios se ha hecho esa restauración y en otros no.  Nunca hemos sabido si el problema es por parte de Patrimonio o es una cuestión económica. Eso sí, todo lo que hagamos lo haremos con su visto bueno, como no puede ser de otra manera. 

No hay una ley que diga que no se puede reconstruir. Si hay un proyecto y unos presupuestos coherentes, la Junta tomará la decisión que corresponda. 

¿Cuándo finalizarán los trámites burocráticos?
Podemos tener los papeles terminados en tres meses, el castillo pagado en un año y las primeras actuaciones de urgencia dentro del primer ejercicio. Lo demás va a depender de la ilusión que ponga la gente, cómo vaya apareciendo el dinero, los problemas que puedan surgir en el pueblo, etc.

La fortaleza lleva mil años degradándose, no podemos ser tan ilusos de pensar que en una década va a lucir una bandera en lo alto.

El castillo de Saldaña tiene una ventaja de cara a su reconstrucción: su tamaño. Al ser pequeño, cualquier trabajo que se haga va a lucir mucho. En diez años se podrían ver cosas serias, pero no antes. 

¿Cuál será el fin último del castillo?
Va a depender del presupuesto que seamos capaces de recoger y lo que nos permita Patrimonio.

Mi intención es que el edificio sea para algo: un mirador, un centro de interpretación, una biblioteca, una sala de exposiciones, etc. No buscamos un fin concreto, sino que tenga un uso que permita al edificio mantenerse por sí solo. Esto tampoco va a ser algo a corto plazo y en la fundación no lo hemos decidido.

Si un vecino de Saldaña quiere colaborar con la entidad, ¿qué debe hacer?
Tenemos un formulario de colaboración que está rondando por el pueblo. Se puede hacer una aportación única o anual. Hemos fijado una cuota mínima de 20 euros para que cualquiera pueda participar. 

Además de la aportación de los vecinos, ¿qué otras vías de financiación tienen?
La principal es la colaboración con el Ayuntamiento de Saldaña. La fundación no es algo paralelo, sino que está unido a él. Ya ha puesto dinero y me consta que no hay problema en que aporte más si fuera necesario. A todo ello hay que sumarle la ayuda técnica que los servicios del Consistorio pueden prestar. 

¿Cuándo se dio el primer paso de la fundación?
Esto comenzó el día que el castillo apareció en una subasta en un juzgado de Valladolid. En aquel momento, los concejales del PSOE instamos al alcalde a que hiciera una puja por el edificio para que fuera propiedad del Ayuntamiento, pero dijo que no. El grupo municipal socialista, bajo su riesgo, compró el inmueble con el objeto de que pasara a ser, de alguna manera, de propiedad pública.

En vista de que el Ayuntamiento seguía negándose, se ideó la figura de la fundación para la adquisición y gestión del castillo. Ahora, el Consistorio colabora con nosotros para perseguir los mismos fines.

¿Cree que se ha tomado la mejor decisión?
Creo que sí. En Saldaña, todas las fuerzas políticas se han puesto de acuerdo en que el castillo sea de una fundación y se gestione así. 

Ha mencionado antes la estrecha colaboración con el Ayuntamiento saldañés. ¿Cuentan también con el apoyo de la Junta o la Diputación?
Todas ellas están dispuestas a echar una mano. Lo que ocurre es que funcionan por líneas de actuación o subvenciones. Hay que esperar a que salgan esas convocatorias y pujar por una cantidad determinada junto al resto de proyectos que se lo merezcan. Las administraciones nos van a ayudar a conseguirlo. 

Uno de sus fines es la divulgación científica e histórica de la fortaleza. ¿Cómo se materializa esto en sus actuaciones?
Sabemos que una de las cosas que va a hacer que esto funcione es que la gente esté informada de lo que fue y puede llegar a ser el castillo. Ya tenemos en marcha la redacción de un libro, redactado por los propios patronos, que diga cuál ha sido su historia, su estado actual y sus posibilidades. También tenemos intención de publicar una pequeña guía de visita.