La casi veintena de centros educativos palentinos pertenecientes a Escuelas Católicas Castilla y León, 18 en concreto, han comenzado el curso escolar 2023-2024 con 6.862 alumnos y 750 profesionales en sus aulas. «La cifra supone un 0,2% menos con respecto al curso anterior, un descenso moderado con la llegada de alumnos a la nueva etapa gratuita de Infantil 1-3 años», señaló ayer el secretario autonómico de la patronal, Leandro Roldán, quien añadió que la educación concertada de Escuelas Católicas en Palencia tiene este curso una representatividad del 31% del alumnado total.
Para la patronal, el curso estará marcado de nuevo por la incertidumbre en la implementación de la nueva ley educativa, Lomloe, «agravada con un gobierno todavía en funciones, la subida de precios, la inflación y la baja natalidad que afecta a Castilla y León», explicó Roldán. Este, en referencia a la Lomloe y su aplicación total en este período lectivo es una ley que «se impuso sin consenso ni negociación» y, si bien en Castilla y León la elección de centro está garantizada, esa ley «discrimina a la enseñanza concertada».
Otra gran amenaza será hacer frente a la inflación y los altos precios. «La enseñanza concertada tiene que lidiar con los efectos desastrosos de la subida de los precios, como los de la energía, y de una inflación imparable que repercute en la situación económica de los colegios y también de las familias, con un aumento de costes de los diferentes materiales, libros y de los servicios escolares: comedor, transporte, material escolar, actividades complementarias o extraescolares», manifestó Leandro Roldán. Este hizo hincapié en que será un curso «muy preocupante», que viene a sumarse a otros tres cursos «muy duros». Por eso, « se hace más necesario que nunca el aumento de la partida de Otros gastos (que se destina al pago del personal no docente, al equipamiento necesario para la labor educativa y al mantenimiento del centro: luz, calefacción, reparaciones ordinarias…), una partida que sigue siendo insuficiente en Castilla y León ya que los costes reales del funcionamiento de un centro educativo son ahora mucho más deficitarios», explicó el secretario autonómico de la patronal de centros católicos de la enseñanza concertada.
«En mayo se inició una comisión para el estudio del coste real del puesto escolar, pero no sabemos nada de ese trabajo y con los cambios de gobierno peligra su desarrollo» dijo Leandro Roldán, quien añadió que «se debe realizar a nivel nacional para poder ajustar los módulos económicos al coste real del puesto escolar. A día de hoy siguen siendo muy insuficientes, por debajo del 30%», subrayó.
Respecto a la gratuidad del primer ciclo de Infantil, que para Escuelas Católicas es una apuesta de la Junta que «beneficia a las familias y que sirve para avanzar en conciliación familiar y en la ampliación de la libertad de elección de centros ya que las familias que eligen colegios de Escuelas Católicas podrán también beneficiarse de esta gratuidad, evitando agravios comparativos» la patronal quiere que esta etapa, al igual que Bachillerato, «pueda convertirse en un futuro en una concertación plena que ayude a todas las familias, para que cualquiera pueda acudir al centro que desee», aseveró. En Palencia son seis centros, con 14 unidades y una estimación de unos 109 alumnos.
Para concluir, Leandro Roldán se refirió a que «se hace necesario un mayor peso específico y un progresivo aumento de la oferta de FP concertada en Castilla y León. Son muchos los títulos autorizados, muchos de ellos a nivel privado, que tienen demanda y que no están implantados en la red pública, y es necesario hacer un esfuerzo por aumentar la concertación de esos estudios.