Una empresa especializada contratada por el Ayuntamiento comenzó ayer a talar un total de 12 árboles que se encontraban enfermos o simplemente muertos, tal y como detalló en su momento un estudio realizado y documentado por un ingeniero forestal, ubicados en el parque de Los Jardinillos, según confirmó a este periódico el concejal y delegado de Medio Ambiente, Toño Casas.
«La actuación durará unos tres días. Nos hemos ajustado al informe realizado en su momento por el ingeniero forestal. Simplemente, se trata de evitar cualquier contratiempo o desgracia si finalmente se cae uno de los estos ejemplares, bien por sí solos o por el efecto de los temporales. Los árboles afectados están o muy enfermos sin posibilidad de recuperación o muertos», explicó Toño Casas.
Casas, por otro lado, ha recalcado que la prioridad del Ayuntamiento es replantar, «como se ha hecho en otras zonas de la ciudad, donde se han colocado 150 ejemplares», recalcó.
«No vamos a perder ningún árbol, esa no es nuestra filosofía de actuación. Todos los que se retiren se van a reponer. Se replantarán otros ejemplares que se adapten mejor a las condiciones del terreno, más adecuados para este clima y que también puedan ofrecer una mejora estética, acorde con el entorno en el que se van a colocar», indicó Antonio Casas.
FALLO JUDICIAL. Cabe recordar que a mediados de junio de 2021 el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo falló a favor de la plataforma Una silla, una manta, un libro al declarar que la tala de 73 árboles prevista en la obra de rehabilitación y regeneración del parque de Los Jardinillos «no era conforme a derecho», por lo que se estimó el recurso interpuesto y condenó al Ayuntamiento al pago de las costas procesales. En la sentencia, el magistrado concluía que el informe sobre el arbolado redactado por la consultora Línea Estudios y Proyectos, que es el documento que se incluye en los pliegos de la licitación de la obra y en el que se proponía la tala de esos 73 árboles, contraviene el 154.1 del Plan General de Ordenación Urbana, que mandata al Ayuntamiento a no eliminar árboles de la ciudad salvo «por causa de fuerza mayor».