El santuario del Bernorio ocupa una superficie de 60m2

Rubén Abad
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El Imbeac halla en este punto del yacimiento de Pomar restos de cerámicas, molinos, contrapesos o fíbulas. En Huerta Varona (Aguilar) se está trabajando en las zonas de las viviendas y las termas

El santuario del Bernorio ocupa una superficie de 60m2

Pomar de Valdivia y más concretamente el oppidum de Monte Bernorio se ha consolidado a lo largo de los años como un libro abierto en todo lo concerniente a la Edad del Hierro y a las Guerras Cántabras, hasta el punto de convertirse en un referente a nivel nacional. Todo ello gracias al trabajo sobre el terreno, a los sucesivos estudios posteriores en el laboratorio y a las investigaciones del Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (Imbeac), que lidera el doctor Jesús F. Torres.

Los trabajos se han centrado este año en la zona del santuario, la parte exterior de la muralla y el foso. La primera de ellas es una zona «muy importante» por el volumen de hallazgos que se han producido, entre los que destacan restos de depósitos rituales tales como cerámicas en la que se depositaban las ofrendas de comida (algunos grandes piezas de carne y otros restos de menor tamaño que se podrían encontrar en los guisos), molinos para el grano, agujas, fíbulas, alfileres o fusayolas para hilar, que confirman que está dedicado a una diosa femenina.

Un espacio que ha tenido un uso ritual «muy intenso durante mucho tiempo», si bien aún quedan «unas cuantas campañas por realizar» para su estudio completo, pues este año se ha llegado a la conclusión de que se extiende por fuera de la grieta de roca en una superficie de más de 60 metros cuadrados.

Lo que habría que determinar ahora es a qué diosa se encomendaban aquellos pobladores, si bien por la ubicación del santuario todo hace indicar que se trataría de una figura vinculada con el mundo subterráneo según lo que se sabe hasta la fecha de la religión celta.

En cuanto a la muralla y el foso, el Imbeac tiene el «compromiso» de ampliar la zona musealizable, con el objeto de que los futuros visitantes del Bernorio los conozcan. Aquí lo que se encuentran los expertos del Imbeac son restos de armamento indígena y romano, puntas de flecha, tachuelas del calzado legionarios, fragmentos de la impedimenta, apliques de cinturón, restos de corazas de cuero o remaches que se perdieron en el asalto a la muralla y en la lucha que se desarrolló posteriormente.

Este año el equipo ha estado compuesto por seis profesionales, entre los que se encontraban dos becarios internacionales llegados hasta la Montaña Palentina procedentes de Estados Unidos y Países bajos. A ellos se han unido seis voluntarios de la comarca y la vecina Cantabria y 20 participantes (818 voluntarios y dos monitoras) en el campo de trabajo organizado a través de la Junta.

HUERTA VARONA EN AGUILAR

Una vez finalizada la campaña en el Bernorio, los esfuerzos del Imbeac se centran estos días en el yacimiento romano de Huerta Varona, muy próximo al casco urbano de Aguilar de Campoo.

Allí se está trabajando en dos zonas, una de viviendas y otra en las termas. Más concretamente, este año han puesto el foco en las canalizaciones del desagüe por las que se evacuaba el agua sucia, lo que, según detalla Torres, «nos van a permitir entender cómo funcionaba el sistema de los baños».

En este contexto este año han descubierto también el acueducto, del que podrán dar buena cuenta los vecinos que se acerquen a la jornada de puertas abiertas programada para este sábado. Se aprovechará entonces para sustituir las cubiertas de protección que se encontraban en mal estado y para ventilar, lo que ayudará a que no se formen hormigueros y madrigueras. Trabajos que se extenderán en todo lo que resta de mes e incluso parte de octubre.