El cine es una de las muchas artes que el artista multidisciplinar palentino Ramón Margareto ha trabajado a lo largo de su trayectoria. Con motivo de sus 60 años, el director cinematográfico decidió trasladar a la gran pantalla el recorrido de su vida, tanto personal como profesional, gracias a los diferentes testimonios, vivencias e imágenes que conviven en la cinta.
El estreno nacional del largometraje, bautizado bajo el nombre de Confesiones de un artista, tendrá lugar este sábado en el Cine Ortega de la capital.
¿Cómo definiría su película en una única frase?
Memorias de Ramón Margareto, un artista castellano y leónes.
El largometraje atraviesa su vida en un plano personal y profesional. ¿Cuál de las dos facetas tiene mayor protagonismo?
Sin duda la personal. Hasta ahora, no había hablado en mis películas de mi propia vida. Lo que hago en esta obra es un desnudo integral de mí mismo.
En mi vida, como en la de todo el mundo, hay luces y sombras. Los espectadores descubrirán con mi faceta personal parte de mi faceta profesional, y viceversa.
¿Diría que Confesiones de un artista es su película más importante?
Todas para mí tienen la misma importancia, porque cuando hago una película siempre intento que sea la mejor de la historia del cine. En todas pongo mi corazón y mi talento.
No podría decantarme por ninguna de mis obras. Todas tienen momentos que me gustan. Además, cuando lanzo una película, no analizo si podría haberlo hecho de otra manera. Pienso que todos los resultados se dan por algo.
¿Será esta su última película?
No. En primavera espero comenzar otro rodaje. Su título provisional es Vidas ejemplares. Aun así, después de este rodaje, seguiré.
Tengo en mente un proyecto del que estoy enamorado. Todavía no tiene nombre, pero sé que se grabará completamente en Palencia. Haré todo lo posible para ponerlo en pie.
Decidió rodar esta película con motivo de sus 60 años. ¿Por qué?
Por pura casualidad, como ocurre muchas veces. Cuando tenía 59 años y la prensa me comenzó a entrevistar por mis exposiciones, le dije a mi amigo y vecino Alejandro Iodice que me gustaría que fuera él quien me entrevistara en un plano más personal. Lo que iba a ser una entrevista se convirtió en unas memorias de 73 minutos.
El estreno a nivel nacional se hará este sábado en el Cine Ortega. ¿Qué significa para usted hacerlo en un escenario tan familiar?
El Cine Ortega es un lugar emblemático. Esta es mi casa y la de todos los palentinos. Esta ciudad me lo ha dado todo y me ha apoyado siempre en mi carrera, así que todos los estrenos los hago aquí.
¿En qué otros lugares proyectará la película?
Al ser un largometraje documental de autor no se suele proyectar en cines. A parte de Palencia, lo estrenaré en salas, y espero también hacerlo en capitales de la comunidad. Sin embargo, el destino final son las plataformas digitales.
Ha estrenado recientemente su exposición de pop art, Renacimiento. ¿Cómo está siendo su acogida?
Extraordinaria. Nunca pensé que iba a llegar tan lejos esta exposición. Es la más grande que he hecho nunca, con 50 cuadros de gran formato. En el centro cultural luce muchísimo. Te deslumbra la luz y el color al entrar. Entre los que la visitan hay unanimidad en que merece la pena, y por ello estoy satisfecho.
La exposición está compuesta por obras pintadas entre 2020 y 2022. ¿Cómo influyó la pandemia en su inspiración artística?
El hecho de estar esos años solamente pintando ha constituido una etapa muy creativa. En ella, han salido más de los 50 cuadros expuestos. Estar todo el día pintando, porque no podía hacer otra cosa, ha hecho que las musas me acompañaran todo el tiempo.
¿Qué le transmite el pop art?
Uno no sabe cuál es su estilo hasta que empieza a pintar. A mí me gusta definir mi pintura como geopop art, ya que es una combinación entre la abstracción geométrica y el pop art. No obstante, esto no es algo que no supe hasta que ya empecé a pintar. Los carteles publicitarios del Cine Ortega los estuve pintando tres veces al año durante 15 años. Ahí se forjó mi estilo. ¿Por qué escogí el pop art? Realmente no lo sé, debería consultarlo con la almohada. Eso sí, es un movimiento alegre y yo me considero una persona alegre.