OPINIÓN- Durante los últimos días venimos asistiendo a cómo distintas personas influyentes de la ciudad, ya sean políticos, articulistas, tertulianos o comentaristas, tanto en prensa escrita, como en radio o televisión, vienen lanzando información sesgada o directamente falsa en relación al tema del soterramiento. Hemos podido leer frases como «los entusiastas defensores del soterramiento no mencionan la ubicación que tendrá la futura estación» y escuchar afirmaciones tales como «el salto del carnero ya venía en los dos estudios informativos», «no es lo mismo cumplir el estudio informativo que el soterramiento» o «no sé de dónde ha salido que el soterramiento sea un derecho adquirido». 
Estos son sólo algunos de los ejemplos, pero hay muchos más, algunos de ellos aderezados incluso con risas y carcajadas que demuestran una falta de respeto general enorme, máxime cuando se está metiendo la pata en directo hasta el corvejón.
El pasado jueves hubo una charla que tuvo lugar en el Ateneo de Palencia, presentada por el exalcalde Heliodoro Gallego y con la participación de los arquitectos urbanistas Daniel Vega, con 40 años de experiencia, y Luis Muñoz, con 30 años de experiencia como arquitecto, 12 años como concejal del grupo socialista en el Ayuntamiento especializado en urbanismo y 20 años como secretario general técnico y arquitecto de visado del Colegio Oficial de Arquitectos. En esa charla, así como en las cinco anteriores públicas que han tenido lugar con los mismos ponentes y en las que se han dado de forma privada a los cinco grupos políticos y al equipo de gobierno que conforman el Ayuntamiento, más varios artículos y noticias aparecidas en los últimos meses en la prensa palentina y a unas cuantas tertulias e intervenciones en la radio, se explicó de forma muy clara, incluso con la proyección de planos, que la ubicación de la estación en el proyecto del soterramiento es exactamente la misma que en la actualidad. De hecho, ésta era la principal ventaja del soterramiento sobre el desvío del ferrocarril fuera de Palencia, que la estación permaneciera en el núcleo urbano y no se cometieran los mismos errores que en Burgos o en Segovia, que sacaron sus estaciones de la ciudad, provocando incomodidad, tiempo y dinero en los desplazamientos de los viajeros de esas ciudades para siempre. 
Y esto es así porque se aprobó en un BOE en 2010 por el Ministerio de Fomento y se ratificó de nuevo en 2018, en dos estudios informativos que tienen rango de ley. (De aquí sale «el derecho adquirido al soterramiento»). Con la aprobación de 2018 se produce un espaldarazo definitivo (por un Gobierno del PP) al soterramiento aprobado en 2010 (por el PSOE). No hay forma legal de hacer el AVE a Cantabria sin soterrar a la vez. Éste es el gran logro conseguido en 2018 que ahora Adif se niega a respetar.
También se explicó que el salto del carnero, que es el que ha originado todo este asunto, ya estaba previsto en los dos estudios informativos de 2010 y 2018. Claro que sí, correcto, pero ubicado unos 200 metros hacia el norte, en unos terrenos de la Compañía Logística de Hidrocarburos (antigua Campsa) y saliendo a 8 metros bajo tierra y alcanzando una altura máxima de 5 metros. No como se plantea ahora, más al sur, hacia la ciudad (para que Adif se ahorre la expropiación a CLH) y saliendo del nivel del suelo y alcanzando 14 metros de altura. Parece que la diferencia es enormemente sustancial, ¿no? Hay que quedarse con la explicación entera, no sólo con la primera línea, que si no nos adentramos en terreno de fake news y nos quedamos tan anchos.
Se ha hecho referencia también en los medios a que el modificado que presentó Adif la semana pasada respetaba el soterramiento, pero puede que no el estudio informativo. Vamos a poner los puntos sobre las íes. Un proyecto de obra pública tiene que cumplir su correspondiente estudio informativo. Sí o sí, no cabe un sí pero esto no. Si no lo cumple por completo no es legal (como bien ha dicho la jefa de Urbanismo en un informe oficial del Ayuntamiento). O se cumple el estudio informativo o no se está respetando el soterramiento. Ambas cosas son lo mismo, no se puede tratar una como si nada tuviera que ver con la otra. 
También se ha hablado de los costes del soterramiento y quién los paga. Pues bien, en esas charlas se proyectó y se explicó el protocolo firmado en 2008 por el Ayuntamiento de Palencia, Junta de Castilla y León, Ministerio de Fomento y Adif, en el que correspondía un importe de 15 millones de euros al Ayuntamiento, otros 15 a la Junta y el resto a Ministerio y Adif. También se dieron muchas más explicaciones acerca de los fondos europeos y de los ingresos por aprovechamientos urbanísticos de suelo y licencias de obra.
Me pregunto si en Torrelavega (51.000 habs.), Langreo (39.000 habs.), Lorca (93.000 habs.), Murcia (447.000), Moncada (35.000) o San Andrés (148.000), todas con soterramientos actualmente en ejecución, han tenido tanto énfasis, sus ciudadanos más mediáticos o su prensa local, en desinformar a su público con el único fin de infundir a la ciudadanía que el soterramiento no era posible en sus respectivas ciudades. Estoy seguro de que no. Completamente seguro. De hecho, hasta el mismísimo obispo de Cartagena ha salido pidiendo el soterramiento también para esta localidad en la portada de La Verdad de Murcia. Y no hay dos sin tres, y en la región de Murcia ya llevan dos soterramientos (por cierto, muy caros por ser zona de alto riesgo sísmico).
Todos los mencionados soterramientos tienen una parte muy importante de financiación con fondos Next Generation de la Unión Europea. Además, varios de estos proyectos se financian por completo por el Estado y la UE, sin aportación ninguna de ayuntamiento o comunidad autónoma. Estos fondos no van a venir a Palencia si no es para hacer el soterramiento. El Estado no nos va a dar nada a cambio por no hacer el soterramiento. Y lo que no venga a Palencia irá a otras ciudades o regiones que nunca se cansan de pedir (y de recibir). Hay que hablar claro a la ciudadanía.
Por último, hay que destacar que el soterramiento cambiaría por completo la fisonomía de toda la ciudad (recomiendo visiten otras ciudades como Cádiz o Córdoba, que tuvieron un antes y un después tras sus soterramientos), sería un revulsivo urbanístico y económico que Palencia necesita y que, además, se merece. Y se lo merece básicamente porque Palencia no es menos que Torrelavega, Langreo o Lorca. Palencia siempre es la gran olvidada en todo, por el Gobierno Central y por la Junta de Castilla y Léon. Si hay dinero para Torrelavega, también debe haberlo para Palencia. Es más, si ha habido dinero para hacer túneles en medio del campo para sortear especies o parajes protegidos, más dinero debe haber para reunificar una ciudad partida por completo en dos.
Como resumen, cuando no se conoce un tema, antes de aventurarse a opinar públicamente, es mejor informarse bien y, si aun habiéndose informado, no se consigue entenderlo, es mejor callar, porque no es procedente que personas influyentes a nivel local se permitan desinformar a la ciudadanía, vertiendo argumentos y datos que son rotundamente      falsos.
(*) Es ingeniero superior industrial, experto en autorizaciones administrativas en obra de utilidad pública, presidente de la Asociación de Usuarios AVE Palencia y portavoz de la Plataforma Ciudadana en Defensa del Soterramiento en Palencia