Agentes tutores, los ángeles de la calle

José F. Sánchez (EFE)
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No llevan alas, pero velan desde el entorno de los colegios por los menores que tienen riesgo de caer en las fauces de las peligrosas bandas juveniles; son un grupo especial de policías municipales de Madrid que a pie de calle salvan vidas

Agentes tutores, los ángeles de la calle

Un alumno de un instituto de Madrid le comenta a un compañero en clase que está entrando en una banda juvenil. Las alarmas saltan en el centro, que de forma inmediata traslada la información a los agentes tutores de la Policía Municipal, el primer eslabón de la cadena de una ayuda que puede salvarle la vida.

Esta es una situación habitual para Javier, uno de los agentes tutores en el distrito de Carabanchel, que en una entrevista destaca que los menores captados por estas organizaciones criminales, «de 13 o 14 años», suelen estar «desatendidos» por sus familiares, lo que los convierte en «víctimas» frente a las garras de estos grupos violentos.

«Al acabar el horario escolar se encuentran solos en la calle. Están desamparados, desubicados en la sociedad, y ahí es cuando aprovechan para actuar las bandas», subraya el policía, que opina que «la intervención social es fundamental» para frenar el auge de esta creciente lacra.

Precisamente, la labor de esta especie de ángeles, una vez que se ha confirmado el riesgo de que un niño está siendo captado o ya integra una banda juvenil, es la de poner el caso en manos de los servicios sociales u otros recursos municipales, ya que las familias -en la mayoría de los casos monoparentales- no suelen tener la capacidad para reconducir la situación.

Por ejemplo, algunos de los menores son derivados a los Centros de Atención a la Infancia, «un entorno seguro», sostiene Javier, donde son acompañados y supervisados mientras realizan actividades de ocio y aprendizaje.

Más allá de que las bandas aumentaran su actividad criminal desde el final de la pandemia de la Covid-19, la presencia de sus integrantes en redes sociales, así como su reiterada aparición en los medios de comunicación por los sucesos que protagonizan, las han hecho atractivas para algunos adolescentes, incluso están «de moda», asegura con cierto pesar el agente de la Policía.

Yrealiza esta afirmación porque hace unos meses el goteo de avisos desde los centros educativos sobre un alumno que decía pertenecer a una banda era «constante, aunque ahora los equipos directivos, más formados en el asunto, «filtran los casos mucho mejor».

No sería la primera vez que un menor se pone bajo el punto de mira de una organización de este tipo por haber manifestado, normalmente en internet, pertenecer a alguna de las contrarias, lo que los pandilleros denominan como un «bultero».

Pero Javier y sus compañeros de departamento también se topan con adolescentes ya integrados en bandas, tanto que ya han delinquido, unos casos que la Policía Municipal traslada a la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional, con grupos especializados en la materia, así como a la Fiscalía de Menores.

La figura del agente tutor «está a medio camino entre la intervención policial y la de un profesor o un padre», si bien su finalidad última es «garantizar su seguridad y minimizar los riesgos a los que se pueden enfrentar los menores».

En alerta constante

En el caso de Carabanchel, 12 agentes tutores atienden unos 55 centros educativos en el distrito, con los que mantienen al menos dos reuniones al año en las que los equipos directivos les trasladan los problemas concretos de su centro, mientras que los policías les alertan de tendencias generalizadas en la zona.

Además, los agentes tutores imparten charlas preventivas -al igual que la Policía Nacional- sobre acoso escolar, consumo de sustancias estupefacientes, maltrato intra y extrafamiliar o bandas juveniles.

Pero también reciben avisos diarios sobre casos individualizados, de los que muchos se reconducen, comenta Javier, cuando el menor, en lugar de entrevistarse con un tutor o con un directivo del centro, lo hace con un policía, «aunque vaya vestido de paisano».